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La reina Isabel II de Inglaterra condenó este martes el atentado contra un concierto pop en Mánchester que dejó 22 muertos y 59 heridos, entre ellos niños, describiéndolo como un 'acto de barbarie'.

Según la policía británica, un hombre hizo estallar un potente artefacto explosivo en el vestíbulo del Mánchester Arena, el recinto con capacidad para 20.000 personas donde se celebraba el concierto Ariana Grande.

'Toda la nación está consternada por las muertes y heridas de tanta gente, adultos y niños, que estaban simplemente disfrutando de un concierto', dijo la soberana en un comunicado, expresando su 'admiración por el modo en que la gente de Mánchester ha respondido, con humanidad y compasión, a este acto de barbarie'.

Condenas en el mundo

El atentado provocó reacciones de rechazo en todo el mundo.

La primera ministra alemana Angela Merkel expresó su 'tristeza y horror', y el presidente ruso Vladimir Putin se dijo dispuesto a 'desarrollar la cooperación antiterrorista' ante este atentado 'cínico e inhumano'.

El presidente de Estados Unidos Donald Trump condenó enérgicamente en Belén el atentado, perpetrado según él por 'perdedores maléficos'.

El atentado llevó a suspender los actos de la campaña electoral para las elecciones del 8 de junio y ocurrió exactamente dos meses después del que dejó 5 muertos en Londres, cerca del Parlamento, cuando un hombre embistió con su coche a una multitud y apuñaló a un policía.

El departamento de Seguridad Interior estadounidense anunció 'medidas de seguridad reforzadas en y alrededor de los lugares y eventos públicos'.

El grado de amenaza de atentados en el Reino Unido es 'severo', el segundo más alto en la escala de las autoridades, y significa que es altamente probable que haya atentados. El primer grado es el de 'crítico', que se activa en caso de amenaza inminente.