Después de la escena donde una niña era mordida y arrastrada al agua por un león marino, se pensó que no iba a pasar a mayores luego de que su abuelo la rescatara. Lo cierto es que aunque la menor solo presentaba una herida superficial, esta se infectó.
Expertos aseguran que los animales marinos al morder son transmisores de una bacteria altamente peligrosa que poseen en su boca, la cual puede causar amputación del miembro afectado y en algunos casos hasta la muerte. La bacteria Mycoplasma phocacerebrale es la que transmiten estos animales y la enfermedad causada por ello se le denominó ‘dedo de foca’.