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La razón de ser del Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) es consolidar un territorio comprendido desde Iraq, pasando por Siria y hasta el Magreb en el norte de África y el sur de España. En la tradición musulmana este tipo de Estado es llamado Califato y lo dirige un Califa. Ese es el sueño de Abu Bakr al Bagdadí, líder del grupo terrorista ISIS.

En un principio, la lucha terrorista de al Bagdadí dio como resultado la conquista de un gran espacio en territorios de Iraq y Siria, aprovechando las debilidades de aquellos regímenes. Allí se proclamó el Estado Islámico y se impuso la Sharia, ley islámica, en toda su extensión. Para cumplir con la Yihad islámica, al Bagdadí inició una campaña de reclutamiento de musulmanes residentes en Europa con el fin de prepararlos y enviarlos a cometer actos terroristas como los ocurridos en Francia, Bélgica, y el más reciente en la Gran Bretaña.

Los ataques rusos a las bases militares de ISIS en Siria e Iraq debilitaron bastante al movimiento, pero no acabaron del todo con ellos. Tenían mucha escapatoria por Turquía y el resto de Iraq. El gobierno de Obama no actuó decididamente en el caso y, así, el Estado Islámico logró mantenerse en pie, sobre todo, con los ingresos de la venta de petróleo en el mercado negro. Haciéndose los de la vista gorda, deseaban que ISIS contribuyera a la caída del régimen de Bashar Al Asad en Siria, lo que no sucedió.

Cambio de rumbo en EEUU

Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha habido cambios importantes en la política estadounidense con relación a la lucha de EEUU en contra de ISIS. Cumpliendo sus promesas de borrarlos del mapa, Trump le ha soltado las manos al Pentágono y les ha dado autonomía en la toma de decisiones en los ataques contra el movimiento terrorista, ya sea en Iraq o Siria.

El ejército norteamericano tiene el apoyo del presidente para actuar en los bastiones de ISIS y sacarlos de su zona de seguridad, destruirlos allí mismo. Además, EEUU utiliza fuerzas locales como las de los kurdos y opositores sirios al gobierno de Bashar el Assad. El gobierno de Washington está ayudando y armando a las fuerzas regulares kurdas, única organización que ha tenido éxito en la lucha contra el Estado Islámico.

Esto, claro está, ha inquietado al gobierno turco, que ve en esta posición de Trump un peligro a su integridad territorial. Se sabe que los kurdos constituyen un pueblo que lucha por formar un Estado independiente en territorios de Turquía, Siria e Iraq, lo cual ha permitido conseguir una amplia autonomía en este último. Turquía se ha dedicado más a combatir al ejército kurdo que a perseguir a los yihadistas de ISIS.

La historia cuenta

¿Por qué la dedicación del Estado Islámico en la organización de ataques terroristas en Europa? Repasando la historia, vemos que es grande el resentimiento de los pueblos árabes por la forma como los países europeos, sobre todo Francia y la Gran Bretaña, dividieron el imperio otomano luego de la Primera Guerra Mundial. Fueron creados estados ficticios que más tarde dieron pie a diferentes conflictos bélicos. Además, dejaron un problema sin resolver: el conflicto árabe israelí.

El país más agredido ha sido Francia, con varios atentados. Según el exministro socialista Jack Lang, el país galo es blanco de los yihadistas del Estado Islámico por lo que representa para la democracia occidental. En Francia ocurrió el advenimiento de la Revolución Francesa, de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, cuna de la Ilustración. Todos estos valores son considerados negativos por los extremistas islámicos de todas las líneas. Ellos consideran que tales valores han corroído al Islam y, por tanto, hay que acabarlos.

Mánchester: ¿Y el futuro?

El reciente atentado a Mánchester evidencia que los extremistas seguirán horrorizando a los europeos. Aunque ha bajado el flujo de ciudadanos de la Unión Europea a Siria e Iraq para su entrenamiento terrorista, más las derrotas en el campo de batalla, el Estado Islámico ha lanzado una campaña para que todo miembro o simpatizante de ISIS, dentro de sus posibilidades, ejecute actos terroristas con el propósito de castigar a los infieles de occidente. Según el enviado de Trump, Brett McGurk, aunque ha bajado mucho el movimiento de Europa a los campos de preparación terrorista, los que vayan deben entender que de Siria no saldrán vivos. También agradece la colaboración del gobierno de España en la preparación de personal militar iraquí en la lucha contra el Estado Islámico. Esta situación mantiene a España en la mira de ISIS. Con la regularización de la situación política y militar en Siria e Iraq se podría resolver positivamente el caso del Estado Islámico. Mientras los actores en este conflicto no lleguen a un consenso con relación a la supervivencia de ISIS, este movimiento extremista seguirá causando dolor.

¿Y el Brexit?

Francia y Gran Bretaña han sido los países que más han apoyado a los EEUU en la lucha contra el extremismo islámico. En su primer viaje al Sahel y Mali, el electo presidente de Francia dio a entender su compromiso contra los yihadistas en el mundo y, sobre todo, en África. Pero una brecha se abre en favor de los extremistas: con el Brexit, Gran Bretaña dejará de colaborar como antes con los órganos de seguridad de la Unión Europea. Esto detendrá o hará más lentas las investigaciones sobre actos de terrorismo ejecutados. O por ejecutar.