El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil empezó a juzgar ayer la validez de los comicios de 2014, en un caso que puede costarle el cargo al presidente Michel Temer, acosado por denuncias de corrupción.
El TSE examinará si la fórmula Dilma Rousseff (PT, izquierda)-Michel Temer (PMDB, centroderecha), que resultó reelecta en esos comicios, cometió abusos de poder político y económico y se benefició de financiación ilegal procedente del megafraude a Petrobras.
Temer asumió la presidencia el año pasado, tras la destitución de Rousseff por el Congreso, acusada de manipular las cuentas públicas.
Los debates del TSE deben durar tres días, aunque muchos expertos coinciden en que hay muchas probabilidades de que se alargue por semanas si alguno de los siete magistrados del TSE pide 'vista' para suspender el debate y revisar el caso.
Al abrirse el proceso, el relator del caso, Herman Benjamin, expuso los fundamentos de la denuncia, que incluyen el 'uso indebido de medios de comunicación' y la entrega de sumas 'millonarias' a través de la petrolera estatal para los partidos de la coalición gobernante.
Si el TSE decidiera anular la elección, deberá determinar si la pérdida del mandato es inmediata o si Temer puede permanecer en el cargo hasta agotar todos los recursos legales.
Si Temer cayera, la Constitución dice que el Congreso debe elegir al nuevo presidente en un plazo de 30 días, para completar el mandato hasta fines de 2018.
Con decenas de legisladores investigados por corrupción, miles de brasileños piden en las calles que el desenlace de esta nueva crisis se resuelva en las urnas.
Arrestan a exministro
La policía brasileña arrestó el martes al exministro de Turismo Henrique Eduardo Alves, en el marco de una investigación sobre corrupción y lavado en la construcción del estadio Arena das Dunas, que albergó juegos del Mundial-2014 en la ciudad de Natal (noreste).
Las autoridades investigan 'actos de corrupción activa y pasiva, además de lavado de dinero involucrando la construcción del Arena das Dunas', cuya sobre-facturación alcanza los 77 millones de reales (unos 35,5 millones de dólares al cambio de la época), informó la policía en un comunicado.
Alves fue detenido en Natal, capital de Rio Grande do Norte, uno de los estados donde se llevó a cabo la operación policial, que también cumplió órdenes en Paraná (sur).
En la investigación surgieron pruebas que apuntaban a la recepción de 'ventajas indebidas por parte de dos exlegisladores cuyas actuaciones políticas favorecían a dos grandes constructoras involucradas en la construcción del estadio', añadió la nota.
Según el fiscal Rodrigo Telles, Henrique Alves, que en esa época era diputado de Rio Grande do Norte, habría intercedido junto a otros políticos ante el Tribunal de Cuentas local para que la financiación de la construcción del estadio -a cargo de la empresa OAS- no fuese suspendida, pese a las sospechas de sobrefacturación.
Alves, del partido PMDB (centroderecha) fue diputado durante más de 40 años ininterrumpidamente y presidió la cámara baja entre 2013 y 2015.
En ese año asumió como ministro de Turismo del gobierno de Dilma Rousseff, cargo que volvió a ejercer en el gabinete interino del presidente Michel Temer cuando éste asumió el gobierno en mayo de 2016. Renunció un mes después al verse involucrado en denuncias dentro del caso Lava Jato.