Samantha Geimer, violada cuando tenía 13 años por Roman Polanski, presentó el viernes su alegato en favor del cineasta ante un tribunal de Los Ángeles e imploró al juez que cierre este caso que ha durado 40 años.
'Le imploro considerar tomar acción para finalmente cerrar este caso como un acto de misericordia para mi y mi familia', pidió a Scott Gordon, juez de la Corte Superior de Los Ángeles.
Leyendo su declaración, Geimer, de 54 años, indicó que los 40 años que lleva este proceso jurídico se ha sentido como una sentencia que ha afectado también a su familia.
'No quiero tener que explicarle a mi nieta por qué no puede ir a la calle a jugar o atender el teléfono, o por qué hay cámaras afuera de su casa y eventualmente qué le pasó a su nana en 1977', añadió.
Es la primera vez que esta mujer testifica en la corte por este caso desgastador contra Polanski, cineasta de 83 años y ganador de un Óscar, que huyó a su nativa Francia en 1978 para lanzarse en una interminable batalla legal para evitar cumplir más tiempo de prisión si regresa Estados Unidos.
Geimer, que ahora vive en Hawái y compareció en el tribunal acompañada de su esposo, dijo al juez que podía explorar varios caminos para resolver el tema, deses cerrarlo hasta sentenciar a Polanski al tiempo de cárcel ya cumplido -10 meses- y revocar la orden de captura internacional en su contra.
El juez afirmó que tomará en consideración su alegato, mientras decide si revelar los documentos que Polanski ha pedido divulgar, en los que consta que alcanzó un acuerdo de culpabilidad en 1977 para pagar 48 días en la cárcel por la violación.
'Sus palabras significan mucho para esta corte', dijo Gordon, quien no especificó cuándo emitirá su decisión.