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Convertirse en el estado 51 de Estados Unidos, declarar la independencia o mantener el statu quo: los puertorriqueños votan este domingo en un plebiscito no vinculante sobre el futuro político de esa isla en bancarrota.

Unos 2,2 millones de electores están llamados a elegir entre esas tres opciones.

Pero la consulta es boicoteada por el Partido Popular Democrático (PPD), que defiende el estatus actual con ciertas modificaciones, así como por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), que la considera 'una farsa'.

Por esto, la mayoría de las personas que salieron a votar este domingo lo hacen a favor de la anexión, que según el partido gobernante es la respuesta a la crisis financiera que padece la isla de 3,4 millones de habitantes.

'Quiero garantizar el futuro de mis hijos y de mis nietos con las aportaciones federales que nos corresponden', dijo a la AFP Miriam Cruz, un ama de casa, tras votar a favor de la estadidad.

Las urnas abrieron a las 08H00 locales (12H00 GMT) en medio de un ambiente de escepticismo: los partidos opositores no hicieron campañas, no se veían caravanas en las calles ni grandes multitudes de votantes en los colegios electorales.

El gobernador Pedro Rosselló Nevares, del Partido Nuevo Progresista (PNP), hizo de la estadidad su lema de campaña y promovió la consulta desde que asumió el cargo en enero.

'Vivimos en democracia y queremos tener los mismos derechos que en los estados (norteamericanos), pero el sistema colonial no lo permite', dijo Rosselló Nevares a la prensa tras emitir su voto en San Juan.

El gobernador acusó de demagógicos a los líderes del PPD, del PIP y del Pueblo Trabajador (PPT) por restar validez al proceso, que no cuenta con el aval de Washington.

Desde 1952, Puerto Rico es un Estado Libre Asociado de Estados Unidos, que invadió la isla en 1898.

Este estatus le da a los puertorriqueños algunos derechos en Estados Unidos, como el de la ciudadanía y libre tránsito, y también cierta autonomía.

Pero los boricuas no pueden votar en las elecciones presidenciales a menos que residan en tierra firme, y son representados en el Congreso estadounidense por un comisionado con voz pero sin voto.

Crisis fiscal

Puerto Rico lleva una década con su economía barranca abajo. La isla vivía de grandes empresas que se instalaban atraídas por las exenciones de impuestos, pero esos beneficios fueron abolidos en 2006 y comenzó la caída libre.

Hoy el 46% de sus 3,5 millones de habitantes vive en la pobreza.

La isla está diezmada por una deuda de más de 70.000 millones de dólares que no puede honrar y el mes pasado cayó en la mayor quiebra de una entidad estadounidense.

Washington pasó a supervisar sus finanzas pero no muestra disposición a rescatar a Puerto Rico; entre otras cosas porque no es propiamente un estado de la Unión.

Rosselló promueve la estadidad porque 'la inyección de dinero de parte del gobierno federal resolvería la crisis económica', dijo a la AFP Edwin Meléndez, director del Centro de Estudios Puertorriqueños de la Universidad Hunter de Nueva York.

Pero 'la mitad de la población, o más, piensa que esto no ocurrirá porque el Congreso es reticente a entregar más dinero', explicó.

Además, Washington no prestará atención al resultado, añadió, 'porque el plebiscito no es vinculante (...) y, sobre todo, porque carece de legitimidad' debido al boicot.

En el último referendo de 2012, la mayoría de los electores se dijo descontenta con su condición de Estado Libre Asociado. Pero desde entonces no cambió nada y Rosselló quiere volver a intentarlo.

'Nosotros, como pueblo, necesitamos esa inyección (económica) como los demás estados', comentó una votante, Michelle Sierra, el sábado cuando ejercía su voto adelantado en el Hospital Español de Auxilio Mutuo en San Juan.

Las autoridades electorales dijeron que la consulta costará 7,5 millones de dólares. Los opositores critican ese gasto en un contexto de crisis para un referendo que solo tendrá valor testimonial.

El plebiscito de estatus es el quinto que se realiza en el país desde 1967 –los otros fueron en 1993, 1998 y 2012–, y no es vinculante para el Congreso de Estados Unidos.

Las urnas cierran a las 15H00 (19H00 GMT) y los resultados se conocerán en torno a las 18H00 locales (22H00 GMT).