La Casa Blanca condenó el arresto de cientos de manifestantes anti-corrupción en Rusia el lunes, en un inusual criticismo por parte de la administración del presidente Donald Trump de la violación de derechos humanos por parte del Kremlin.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, llamó al gobierno de Rusia a 'liberar inmediatamente a todos los manifestantes pacíficos', detenidos en marchas realizadas en el país.
'El pueblo ruso merece un gobierno que apoye las ideas de libre mercado, un gobierno transparente y responsable, tratamiento igualitario bajo la ley y la capacidad de ejercer sus derechos sin temor a represalias', dijo Spicer.
Autoridades detuvieron al político ruso de la oposición Alexei Navalny y a cerca de 1.000 de sus partidarios este lunes, cuando protestaban en todo el país contra la corrupción gubernamental.
La Casa Blanca calificó la detención de observadores de derechos humanos y de periodistas de afrenta contra 'los valores centrales de la democracia', y señaló que continuará monitoreando la situación.
La administración Trump siempre se ha abstenido de hacer comentarios sobre los abusos de derechos humanos más allá de sus fronteras y frecuentemente ha alabado al régimen de Vladimir Putin.
Los funcionarios de la administración anterior habían advertido contra el riesgo de mantener una postura que aliente regímenes autoritarios que, al no sentir presión por parte de Estados Unidos, se encuentran más confortables para implantar medidas severas.