La estructura metálica del Mordovia Arena se erige a dos pasos del centro de Saransk, una pequeña ciudad de provincias cuyo estadio verá reducida la capacidad de 45.000 espectadores gracias a sus tribunas desmontables, y que creará una terminal provisional en el aeropuerto.
Son dos ejemplos de la mesura con la que se han afrontado las obras de acondicionamiento de la ciudad para albergar partidos del Mundial.
'No queremos construir nada de forma excesiva, sino que la gente lo pueda utilizar después. La idea es hacer todo lo posible por evitar los 'gigantes en ruinas'', asegura Alexei Merkuchin, ministro de Programas especiales de la República rusa de Mordovia, de la que Saransk es la capital.
Situada en mitad del campo a 650 kilómetros al sudeste de Moscú, la ciudad era conocida hasta ahora por dos facetas: por sus numerosas cárceles, de las que permanecen una veintena en Mordovia, y por dar cobijo al actor francés Gerard Depardieu, que posee allí una residencia desde que obtuvo en 2013 la nacionalidad rusa.
La elección en 2012 de esta ciudad, que con 328.000 habitantes es la 64ª más poblada del país, sorprendió a propios y extraños. Los pronósticos se inclinaban hacia Krasnodar, donde juegan dos clubes populares en el país.
'Entonces, ¿por qué Saransk?', se pregunta su alcalde, Piotr Toultaiev, antes de responder con celeridad. La ciudad cuenta con varias ventajas: compacta, todo es accesible en pocos minutos. Y geográficamente, 'estamos en el centro del Mundial', subraya Alexei Merkuchin.
Saransk se ha beneficiado también de una voluntad política de reforzar la región. Del teatro a la universidad, los nuevos edificios destacan en el centro de la ciudad.
Gradas desmontables
En las obras del Mordovia Arena 1.200 trabajadores trabajan a contrarreloj para finalizar el estadio antes del 2018, como está previsto. 'Hemos acabado la colocación de la estructura del techo y comenzaremos con la de las tribunas desmontables', explica Marat Bikkinin.
El recinto acogerá cuatro partidos del Mundial. Después, las tribunas del tercer arco serán retiradas, reduciéndose su capacidad a 30.000 espectadores.
'Somos perfectamente conscientes de que no necesitamos un estadio de 45.000 plazas', resume Merkuchin.
Aún así serán más que suficientes para Saransk. La pasada temporada, 2.200 espectadores de media asistieron a presenciar partidos al antiguo estadio 'Start', con 10.000 localidades, para presenciar cómo el club local descendía a la tercera división rusa.
Fiel seguidor del Mordovia Saransk, Ivan Kubantsev aprueba sin embargo la decisión 'valiente' de construir el nuevo estadio. 'No disponíamos de un lugar para albergar grandes eventos, no sólo deportivos', considera.
Este aficionado de 36 años tendrá al fin la oportunidad de ver 'buenos equipos durante el Mundial', añade sonriendo.
Estructuras temporales
Pero Saransk sólo ha tirado de moderación en su estadio. Una nueva terminal destinada a vuelos interiores está en construcción.
La FIFA impone que el aeropuerto, que sólo comunicaba con Moscú, pueda recibir vuelos internacionales.
El aeropuerto, cerrado hasta enero, es hoy en día una inmensa obra. Pero Vladimir Speranski, vicepresidente de la empresa encargada de los trabajos, señala con el dedo un montículo de tierra en el que, asegura, se construirá 'la primera terminal temporal de Rusia'.
'Será una construcción muy rápida. Se tratará de una construcción ligera levantada en un mes', añade sobre la futura terminal internacional, que será desmontada a la finalización del Mundial.
Sólo dos hoteles se hallan en construcción, distanciados de las zonas turísticas de una ciudad que ya padece la falta de alojamientos.
'Sabemos cuántos hoteles nuevos necesitamos. Los otros serán renovados', se justifica Alexei Merkuchin, afirmando que Saransk es la sede 'que menos ha gastado para la organización de la Copa del Mundo'.
Para albergar a los millares de aficionados que se esperan durante el Mundial, las autoridades han optado por la construcción de inmuebles que, después de la competición, serán reconvertidos en residencias universitarias o en albergues sociales.
Una solución que según Vadim Prassov, vicepresidente de la asociación rusa de restauradores y hoteleros, 'sólo las autoridades de Mordovia pusieron en marcha'.
El ayuntamiento de Saransk rechaza hacer públicos los costes del Mundial para Saransk. Pero según varias fuentes, el estadio costó el equivalente de 267 millones de euros, la reconstrucción del aeropuerto estaba estimada en 32 millones de euros, de los que 11 salieron del presupuesto federal ruso.
En febrero, el presupuesto total del Mundial estaba estimado en 10.000 millones de euros.