Hace 50 años, y por primera vez en todo el mundo, una maquina dispensaba billetes en una calle en Londres: había nacido el cajero automático, que ha sobrevivido a la popularidad de los pagos con tarjeta.
El 27 de junio de 1967, el actor cómico inglés Reg Varney retiraba el primer billete de una 'Automated Teller Machine', o ATM. La imagen de este rostro familiar ayudó a popularizar esta maquina extraña, ideada por John Shepherd-Barron.
A la demanda del banco británico Barclays, este inventor ideó y fabricó seis distribuidores de billetes, el primero de los cuales fue instalado en Enfield, en el norte de la capital británica.
El alumbramiento de esta maquina permitió a los clientes disponer de dinero a cualquier hora y día, sin hacer cola en el banco. El invento se expandió rápidamente por todo el mundo.
Al principio, los clientes necesitaban un bono expedido por el banco para retirar el dinero, pero pronto, en los años 1970, llegaron las tarjetas y sus números secretos.
'Aunque los últimos años han visto un despegue impresionante de la banca en internet y los pagos en línea, el dinero efectivo sigue siendo parte de la vida cotidiana, ya sea para hacer las compras o para pagar un café', dijo Raheel Ahmed, responsable de relaciones con los clientes de Barclays.
Así, los clientes británicos batieron un récord absoluto en diciembre de 2016 retirando en un solo día unos 730 millones de libras en efectivo de los cajeros automáticos (825 millones de euros, 930 millones de dólares).