El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió ayer en París a su hijo, quien se encuentra en el ojo del huracán por haber aceptado reunirse con una abogada vinculada al Kremlin durante la campaña presidencial estadounidense del año pasado.
'En lo que concierne a mi hijo, mi hijo es un joven maravilloso. Aceptó reunirse con una abogada rusa. No con una abogada del gobierno, sino con una abogada rusa', dijo Trump sobre el escándalo que sacude Washington.
'Fue una reunión corta'. 'Desde un punto de vista práctico, pienso que la mayoría de gente hubiera aceptado esa reunión', añadió el mandatario en una conferencia de prensa conjunta con el presidente francés Emmanuel Macron.
Este escándalo sobre la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 podría poner en peligro su presidencia.
Trump llegó a París el jueves por invitación del presidente Macron, en una visita en la que ambos líderes hicieron hincapié en su nueva amistad y vínculo 'inquebrantable'.
Macron extendió la alfombra roja para el presidente estadounidense, con quien espera mejorar las relaciones e incluso convencerlo de que cambie de opinión sobre su retiro del acuerdo sobre el clima de París.
Trump, que espera renegociar el acuerdo, dijo de forma enigmática: 'Algo podría pasar respecto al acuerdo de París', y agregó: 'Veamos qué pasa'.
La buena sintonía que exhibieron durante esta conferencia de prensa contrasta con las relaciones trasatlánticas desde la victoria de Trump.
Macron, quien asumió la presidencia francesa hace dos meses, dijo que cumplió 'cenar entre amigos' con la pareja Trump y su esposa Brigitte Macron anoche en un restaurante en la Torre Eiffel.