La capital uruguaya despertó perezosa el miércoles, pero en las calles poco transitadas decenas de personas se apuraban para ser, sin pretenderlo, parte de la historia, al abrirse la inédita venta de marihuana estatal en farmacias.
Uruguay es el primer país que aplica una regulación de producción y expendio con la venta de cannabis para uso recreativo en farmacias. Desde ayer eran 16 los locales en todo el país -cuatro en Montevideo- que vendían dos variedades en envases de 5 gramos a 1,30 dólares el gramo, con límite de 40 gramos al mes por usuario.
Uno de los que decidió abandonar el mercado negro es Xavier Ferreyra, de 32 años y empleado municipal, quien aceptó realizar ante la AFP su primera compra de marihuana en una farmacia de la Ciudad Vieja montevideana.
Para Ferreyra, la ley aprobada en 2013 es positiva por varios motivos: 'Los principales son más que nada seguridad y calidad' de la droga.
'Uruguay dio un paso muy grande. Con este mecanismo me garantizo en una farmacia que no tengo que ir a comprarla a cualquier tugurio como lo hacía antes, y además la calidad', dijo.
'Creo que el Estado, al hacerse responsable, también muestra otra forma de combatir al narcotráfico', opinó Ferreyra, quien destacó que la iniciativa ayuda a que 'no se vea al consumidor de marihuana como un adicto o alguien al margen de la ley'.
En la farmacia el cliente solicita el producto y luego debe colocar su dedo pulgar en un lector de huellas dactilares que entra al registro, pero el farmacéutico no puede ver sus datos. La información está únicamente en poder del estatal Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA). Los consumidores que quieran adquirir la droga deben haberse registrado.