En una comparecencia inédita como testigo ante el juez, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, negó ayer haber estado al tanto de cualquier tipo de financiación ilegal en su Partido Popular, gangrenado por la corrupción.
Rajoy, presidente desde finales de 2011, es el primer jefe de gobierno en ejercicio en España en declarar ante un juez. Compareció en el juicio de la llamada trama Gürtel, sobre hechos que remontan al período 1999-2005. Sin embargo, acabó hablando del problema más amplio de la financiación del Partido Popular, abordado por la acusación particular, una asociación de abogados cercana al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
En el testimonio de dos horas, sentado en el estrado reservado para los magistrados en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, cerca de Madrid, aseguró que 'jamás' se ocupó de 'ninguna cuestión de contabilidad' en el Partido Popular. Subrayó que, aunque dirigió varias campañas electorales entre 1994 y el año 2000, sus responsabilidades siempre fueron de 'tipo político'.
En el Partido Popular 'hay una separación nítida y clara (...) entre la parte política y la parte económica', aseguró, añadiendo que 'el director de campaña se dedica única y exclusivamente a la política'. Es más, 'jamás recuerdo haber asistido a ningún debate ni sobre el presupuesto ni sobre las cuentas finales, en los 30 años que llevo en la ejecutiva del partido'.