La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, chavista rebelada contra el presidente Nicolás Maduro, volvió a embestir el lunes al denunciar que la Asamblea Constituyente que impulsó el mandatario representa su 'ambición dictatorial' de 'ejercer el poder sin límites'.
'Me dirijo al país para desconocer el origen, proceso y presunto resultado de la inmoral Constituyente presidencial (...). Estamos frente a una ambición dictatorial', dijo Ortega, en una declaración ante la prensa tras la votación del domingo, empañada por diez muertes en violentos disturbios.
La abogada de 59 años, que rompió con Maduro en medio de manifestaciones opositoras que dejan más de 120 fallecidos en cuatro meses, advirtió que 'todos los derechos políticos están en peligro' con la Constituyente, suprapoder que regirá el país por tiempo indefinido.
'Aquí no hay más elecciones (...). Se van a acabar los derechos a la manifestación, a la libertad de expresión', alertó.
Pero la fiscal dijo que la Constituyente sacada adelante contra viento y marea pese al rechazo de la oposición y la comunidad internacional, 'no tiene legitimidad'. 'Es una burla', dijo, que pondrá 'un poder absoluto en manos de una minoría'.
Ortega acusó al gobierno de Maduro de 'delitos de lesa humanidad' en el camino hacia la Constituyente, con 'patrones de violaciones sistemáticas de los derechos humanos' por parte de militares y policías.
Por ello, la fiscal aseguró que una 'prioridad' de la Constituyente es 'ir por mi cabeza' y anular 'instituciones incómodas', en vez de solucionar la grave crisis política y económica del país.
'No es atacar el hambre, la escasez de alimentos (...), no es la paz', expresó.
En el discurso con el que celebró los resultados hechos públicos por el CNE, Maduro aseguró que la Constituyente'pondrá orden' en el Parlamento y en el Ministerio Público cuando se instale el próximo miércoles.