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Estados Unidos, la Unión Europea y al menos 27 países rechazaron la Asamblea Constituyente impulsada por el presidente venezolano Nicolás Maduro, al considerarla ilegítima y alertar que aumenta las tensiones en ese país sumido en una profunda crisis política y económica.

España aseguró que 'no reconocerá una Asamblea Constituyente que no sea resultado de un amplio consenso nacional, elegida conforme a reglas democráticas de sufragio universal libre, igual, directo y secreto'.

La Unión Europea se unió a las condenas al señalar su 'preocupación' por 'el destino de la democracia en Venezuela', afirmó la portavoz de la Comisión Europea, Mina Andreeva.

Un fracaso

De 'tremendo fracaso' calificó Luis Almagro, secretario general de la OEA, la jornada electoral venezolana y dijo que el gobierno de ese país buscaba 'disfrazar la realidad'.

Por su parte, Guatemala expresó su preocupación de que el gobierno de Maduro haya desatendido 'las múltiples peticiones de gran parte de la población, así como de la comunidad internacional' contra el proceso del domingo.

Brasil había llamado a suspender la instalación de la Asamblea Constituyente, mientras Chile manifestó 'su profunda decepción' ante el gobierno venezolano por haber materializado la elección y consideró que esa 'decisión ilegítima ha profundizado aún más la división en la sociedad venezolana'.

Desde la noche del domingo, México sostuvo que 'no reconoce los resultados de la elección de los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente' y lamentó que el gobierno de Venezuela 'haya decidido llevar a cabo unos comicios contrarios a los principios democráticos', según un comunicado de la cancillería.