La oposición venezolana y los abogados defensores de Leopoldo López y Antonio Ledezma rechazaron rotundamente que ambos dirigentes tuvieran intención de fugarse de su arresto domiciliario, como argumentó la máxima corte para devolverlos este martes a prisión.
'Eso es una ridiculez, eso es un paso atrás del gobierno. Eso es indignante, es inaceptable, absolutamente arbitrario (...). El gobierno está demostrando que es un gobierno herido, que no tiene la razón sino la fuerza bruta para tratar de meterle miedo a la sociedad', declaró Julio Borges, presidente del Parlamento, de mayoría opositora.
Juan Carlos Gutiérrez, abogado de López, aseguró a periodistas desde el Palacio de Justicia que su defendido 'jamás' se fugaría.
Esa posibilidad 'es absoutalente inexistente', afirmó, al precisar que al menos seis agentes del Sebin mantenían vigilancia en la casa, con armas largas y equipo especializado.
Por su parte, Omar Estacio, defensor de Ledezma, declaró a la televisora en internet VivoPlay que el alcalde de Caracas tampoco se escaparía.
'En repetidas ocasiones los organismos de seguridad le retiraban la custodia. Le dejaban la puerta abierta para fugarse y evitarse el peso de tener preso al alcalde', indicó Estacio.
Según el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), López y Ledezma fueron devueltos a prisión debido a supuestos planes de fuga y a sus declaraciones políticas.
López no podía 'realizar ningún tipo de proselitismo político' y Ledezma tenía 'la obligación de abstenerse de emitir declaraciones ante cualquier medio', señaló un comunicado del TSJ.
Ambos dirigentes publicaron videos en las redes sociales en los que llamaron a no votar en la elección del pasado domingo de una Asamblea Constituyente, convocada por Maduro, al considerarla un fraude.
También pidieron mantener las protestas que exigen la salida del mandatario, con saldo de 125 muertos en cuatro meses.
López había vuelto a casa tras cumplir en Ramo Verde tres años y cinco meses de la pena de casi 14 años a la que fue condenado por incitar a la violencia en protestas contra Maduro, que dejaron 43 muertos en 2014.
Ledezma, por su parte, fue capturado el 19 de febrero de 2015 en su oficina y en abril de ese año recibió casa por cárcel por motivos de salud. Está acusado de una supuesta conspiración contra el mandatario.