La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, quien se rebeló contra el presidente Nicolás Maduro, fue destituida este sábado por la todopoderosa Asamblea Nacional Constituyente.
Ortega será sustituida temporalmente por el Defensor del pueblo chavista, Tarek William Saab, anunció la Constituyente en su primera sesión, tras instalada el viernes.
Ortega había sido pocos minutos antes suspendida del cargo por decisión de la corte suprema, que la enjuiciará por irregularidades en su cargo.
De 'valiente' fiscal a 'traidora' y 'loca'. Luisa Ortega fue considerada por mucho tiempo una inquisidora por la oposición venezolana, pero se rebeló contra el presidente Nicolás Maduro, cuya poderosa Asamblea Constituyente se cobró su cabeza.
'No es un linchamiento personal, político', aseguró el constituyente Diosdado Cabello al proponer el jueves su destitución, aprobada por unanimidad.
Un cambio
El giro fue radical. Esta abogada de 59 años, rubia, con gafas y siempre vestida de chaqueta y pantalón, era una de las figuras más fieles del chavismo.
Impulsó condenas contra los policías acusados por el golpe de Estado contra el fallecido presidente Hugo Chávez en 2002, y más memorable aún, la de casi 14 años de cárcel que cumple el opositor Leopoldo López por 'incitar a la violencia' en protestas de 2014 que dejaron 43 muertos.
Pero hace cuatro meses todo cambió. Ortega, que ya se había distanciado de Maduro, firmó definitivamente su divorcio político.
Y pasó de ser esa cercana colaboradora de Chávez (1999-2013) desde su campaña presidencial, a una de las más críticas voces de oposición, tachando de 'ambición dictatorial' la Constituyente del mandatario.
Fuera de la trinchera que ocupó desde 2007, cuando fue nombrada por primera vez en el cargo con el aval de Chávez, la voz aguda pero firme de Ortega aseguró este sábado que seguirá 'luchando por la libertad y democracia de Venezuela'.
'Seguir luchando al frente de la conquista de los derechos humanos, lograr el respeto a la libertad porque en este país se perdió la libertad', dijo después que militares le impidieran entrar a su despacho, cuando aún no era oficial la destitución.
'Carácter y criterio'
La ruptura comenzó cuando Ortega consideró en abril que una decisión con la que el máximo tribunal se adjudicó brevemente las funciones del Parlamento, de mayoría opositora, configuraba una 'ruptura del orden constitucional'.
Y el oficialismo no le perdonó su osadía: la tildó de 'loca', marchó contra su 'traición' y la demandó por irregularidades en su gestión. Incluso planteó a la justicia declararla insana mental.
'Ella representa al chavismo democrático frente a las pretensiones totalitarias del madurismo', estimó Nicmer Evans, politólogo chavista pero crítico de Maduro, que la considera 'una mujer firme, con voluntad, carácter y criterio, que asume posturas a todo riesgo'.
La guerra de Ortega con el gobierno arreció con la convocatoria de la Constituyente, que según dijo 'pulveriza el Estado de derecho'.
Reacciones
El presidente Juan Manuel Santos, cuestionó la destitución de la fiscal general venezolana, Luisa Ortega, a través de su cuneta de Twitter.
'Destitución de fiscal Luisa Ortega es primer acto dictatorial de una constituyente ilegítima. Reiteramos solidaridad con pueblo venezolano', escribió el mandatario en su cuenta de la red social.
Junto a Chile, Venezuela fue uno de los países acompañantes de los diálogos entre el gobierno Santos y la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), que implementa un acuerdo de paz firmado en noviembre.
El embajador de Bogotá en Caracas, Ricardo Lozano, fue llamado a consultas el 30 de marzo y el gobierno colombiano ha descartado, de momento, su retorno.
A raíz de la grave situación interna en Venezuela, miles de venezolanos han migrado a Colombia, donde se calcula viven entre 300.000 y 350.000, según cifras oficiales.
Salida del Mercosur
Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, fundadores del Mercosur, decidieron ayer de forma unánime suspender a Venezuela por 'ruptura del orden democrático', medida que el bloque adopta por segunda vez contra un país miembro.
'La suspensión de Venezuela fue aplicada en función de las acciones del gobierno de Nicolás Maduro y es un llamado para el inmediato inicio de un proceso de transición política y restauración del orden democrático', dice el comunicado suscrito tras una reunión de los cancilleres de los cuatro países en Sao Paulo.
Tras la suspensión, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que su país 'jamás' será apartado del bloque, y profirió duras críticas.
'A Venezuela no la van a sacar del Mercosur. Jamás. (...) Algunas oligarquías golpistas como la de Brasil o unos miserables como los que gobiernan en Argentina podrán intentarlo, pero siempre estaremos ahí', declaró a la Radio Rebelde de Argentina.