La policía española trataba este sábado de encontrar a uno de los últimos miembros aún fugados de la célula yihadista que cometió los atentados de Barcelona y Cambrils, ambos reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI).
Tras el atentado de Barcelona, que causó 14 muertos y más de 120 heridos, la organización yihadista reivindicó este sábado el de Cambrils, en el que murió una persona y seis resultaron heridas. También este sábado, el EI se atribuyó un ataque con cuchillo en Rusia que dejó siete heridos.
El gobierno español decidió no obstante mantener el nivel de alerta antiterrorista en 4 sobre una escala de 5, al estimar que no hay elementos 'que apunten a la comisión de un atentado de manera inminente', indicó el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. El nivel 5 implicaría la presencia de militares en las calles.
El ministro afirmó al mismo tiempo que ha quedado 'desmantelada' la célula yihadista compuesta por una docena de personas.
El consejero catalán de Interior, Joaquim Forn, se mostró en cambio más cauto, y matizó que la investigación 'no la podemos dar por finalizada' hasta que se conozca el paradero o se detenga 'a las personas que creemos que forman parte de esta célula terrorista'.
La policía sigue buscando con ingentes medios al marroquí Younès Abouyaaqoub, de 22 años, del que se difundió una fotografía.
Según medios españoles, sería el conductor de la camioneta blanca que el jueves por la tarde arrolló a más de un centenar de personas en La Ramblas de Barcelona y mató a 13.
Una información que las autoridades catalanas se niegan a confirmar, reiterando que el conductor de la camioneta sigue sin ser identificado.
- Abatidos los cinco atacantes de Cambrils -
Horas después del ataque en Barcelona, un Audi A3 embistió a varios peatones en el paseo marítimo de Cambrils, a 120 km al sur de Barcelona, y acabó chocando contra un coche de la policía catalana. En el atentado falleció una transeúnte.
En el tiroteo que se produjo a continuación murieron a tiros los cinco ocupantes del vehículo, que iban con falsos cinturones de explosivos, un hacha y cuchillos.
Hasta el momento, el balance pues es de cinco integrantes del grupo abatidos, cuatro detenidos y tres más identificados.
Dos de ellos podrían haber muerto en una explosión ocurrida el miércoles en una casa de Alcanar, un pueblo a 200 km al sur de Barcelona, donde el grupo estaba tratando de confeccionar explosivos.
- Registran la casa de un imán -
Uno de los epicentros de la investigación se encuentra en Ripoll, un pueblo catalán de 10.000 habitantes al pie de los Pirineos. En él vivieron siete integrantes de la célula y este sábado fue registrada la casa del imán Abdelbaki Es Satty, según su compañero de piso.
Nourdden, el compañero del imán, explicó a la AFP que era alguien 'normal', y que lo vio por última vez el martes: 'me dijo que se iba a ver a su mujer a Marruecos'.
El piso, al que pudo acceder la AFP, era pequeño, de menos de 50 m2, y estaba decorado muy modestamente. En la habitación del imán no quedaba nada, aparte del colchón, una mesita y unas estanterías.
En Ripoll vivían tres de los atacantes abatidos: Moussa Oukabir, de 17 años, Said Aallaa, de 18, y Mohamed Hychami, de 24, los tres marroquíes. Allí residió también Younes Abouyaaqoub, y fueron detenidos tres sospechosos.
'Lo conocía de vista, pero es gente de la que no esperas una cosa así', dijo a la AFP Joan Gallego, un vecino de 47 años, refiriéndose al joven Younes. 'Eran buena gente, no tenían antecedentes', añadió.
'Si un gobierno como el de Londres, como la CIA y el gobierno estadounidense, o España con el CNI, e incluso el gobierno de Catalunya con los Mossos d'Esquadra, no es capaz de frenarlo, ¿cómo va a frenarlo el ayuntamiento de un pueblo de 10.000 habitantes con 14 policías?', abundó por otro lado el alcalde Jordi Munell, en una entrevista con la AFP.
- Más de 30 nacionalidades entre los heridos -
Por su lado, el rey Felipe y la reina Letizia de España visitaron este sábado a varios heridos en dos hospitales de Barcelona.
'Hemos querido venir para visitar, para estar cerca de todas las víctimas' y transmitirles 'nuestro cariño y nuestro afecto', declaró el monarca a la prensa en el hospital de Sant Pau.
Entre las víctimas de los ataques hay al menos 35 nacionalidades. De los 14 fallecidos fueron identificados por el momento nueve: cuatro españoles, tres italianos, una argentina que también tenía la nacionalidad española, y un canadiense.
En la Rambla de Barcelona, la actividad empezaba poco a poco a recobrar cierta normalidad, aunque el ambiente sigue siendo de duelo.
En medio de las flores, los ositos de peluche y el sinfín de velas colocadas en la acera a modo de homenaje a las víctimas, un cartel resumía el mensaje: 'Las Ramblas lloran pero están vivas'.