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El último acto de la tragedia de los atentados de España concluyó el lunes con la muerte entre los viñedos del Penedés del último fugitivo, Younes Abouyaaqoub, 96 horas después de su eslálom mortal por Barcelona.

Abril de 2017

La célula yihadista se instala en una casa de Alcanar, en la provincia de Tarragona, a unos 200 kilómetros de Barcelona.

La francesa Martine Groby, una jubilada de 61 años, vecina, explica que eran 'discretos, demasiado discretos. Tenían las ventanas cerradas, no había música, ni niños, ni mujeres'.

'Mi padre, ex-policía, me había dicho que eran terroristas, y me aconsejó que tomara fotos y anotara las matrículas de los vehículos. Le resultaban extrañas esas idas y vueltas durante todo el día. Pero no quise creerlo...', dice con los ojos húmedos.

Miércoles 16 de agosto de 2017

9:17 de la noche (hora local): una explosión en la casa de la urbanización Montecarlo de Alcanar deja dos muertos y un herido en la vivienda, y seis heridos leves en los alrededores.

'La explosión pudo ser causada por una bombona de gas butano y propano', anunció en ese momento la televisión catalana TV3.

La explosión fue de tal violencia que se oyó a cuatro kilómetros. Todavía no se sabía que la casa escondía el explosivo favorito del Estado Islámico, triperóxido de acetona o TATP, usado en atentados en Londres, París, Bruselas y Mánchester, y más de 100 bombonas de butano.

'Aquella noche observamos un componente, acetona, que también se usa en laboratorios de tráfico de drogas. Y al principio se priorizó esa línea de trabajo', explicó el comandante de la policía autonómica catalana, Josep Lluís Trapero, para explicar porque no se relacionó el episodio con un acto de terrorismo.

La policía ha confirmado oficialmente el lunes que uno de los dos muertos de la explosión es Abdelbaki Es Satty, el imán del que se sospecha que radicalizó a varios miembros de la célula.

-Jueves 17 de agosto de 2017

3:00 de la tarde (hora local): uno de los atacantes de Cambrils, Saíd Aallaa, abandona repentinamente su domicilio en Ripoll alegando que se 'marcha a dar una vuelta con un amigo', explicó su familia, y emprende los 300 kilómetros hasta la localidad costera.

4:00 de la tarde (hora local): nueva explosión en la casa de Alcanar. La policía no había vinculado todavía la casa a planes terroristas y retiraba el amasijo de cascotes, hierros y explosivos con una retroexcavadora.

Seis agentes de la policía catalana, dos bomberos y el conductor de la excavadora resultan heridos en esa segunda deflagración.

Menos de una hora después empieza a correr la sangre en las calles de Barcelona.

4:50 de la tarde (hora local): Younes Abouyaaqoub, un vecino de Ripoll de 22 años, recorre, al volante de una furgoneta, 500 metros por Las Ramblas, a toda velocidad, haciendo eses y sembrando de cadáveres y heridos la concurrida y popular avenida barcelonesa: 13 muertos y más de 100 heridos. Desciende de su vehículo y huye por el popular mercado de La Boquería.

6:10 de la tarde (hora local): Abouyaaqoub asesina a Pau Pérez, su decimocuarta víctima, para robarle el coche. Había recorrido a pie unos 6 kilómetros por las calles de Barcelona. Instala a Pérez en la parte trasera del auto y se dirige a la salida sur de la ciudad, donde logra saltarse un control policial. Su rastro se pierde unos pocos kilómetros más allá, en Sant Just Desvern.

11:00 de la noche (hora local): el jefe de los Mossos d'Esquadra (policía catalana), Josep Lluís Trapero, anuncia que lo ocurrido en Alcanar casi 24 horas antes estaba conectado con los hechos de Las Ramblas.

Viernes 18 de agosto de 2017

1:15 de la madrugada (hora local): Aalla y sus compinches, a bordo de un Audi 3, tratan de atropellar a una patrulla de la policía y hieren a una agente. Un compañero de ésta 'repele la agresión y acaba abatiendo a cuatro de ellos. Un quinto (sospechoso) sale huyendo y es otra dotación policial la que lo abate', explicó Trapero.

En su huida, el quinto agresor había tenido tiempo de acuchillar a una mujer, la 15ª y última víctima mortal de las acciones.

Lunes 21 de agosto de 2017

A media tarde, la policía recibe dos avisos de la presencia de Abouyaaqoub en la zona de Sant Sadurní de Noia, al este de Barcelona. Uno de los avisos procede de una mujer que lo ve en una gasolinera y que dice tener amplios conocimientos de fisonomía: no tiene dudas de que es él.

Una patrulla rural se topa con el sospechoso escondido entre los viñedos. Abouyaaqoub grita 'Alá es grande' y abre la chaqueta dejando a la vista un cinturón de explosivos que resulta ser falso. Lo abaten a disparos.

7:30 de la noche (hora local): Trapero da por concluido 'el núcleo de la operación', que acaba con ocho yihadistas muertos y cuatro detenidos.