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Las autoridades catalanas incrementarán la presencia policial en lugares de gran afluencia turística, como el templo de la Sagrada Familia de Barcelona, y eventos deportivos o culturales tras los sangrientos atentados de la semana pasada, informaron este miércoles responsables locales.

Según una fuente judicial, uno de los cuatro sospechosos con vida declaró ante el juez que los yihadistas -que mataron a 15 personas e hirieron a más de 100 en las Ramblas de Barcelona y en Cambrils- querían atacar grandes monumentos con explosivos.

Y aunque ninguna información oficial señaló de momento que tuviesen entre sus objetivos el templo del arquitecto modernista Antoni Gaudí, la inquietud es grande.

'Tenemos presencia ya en la Sagrada Familia, ya hay medidas en estos momentos (...) lo que hay que ver es de qué manera se intensifican haciendo compatibles las visitas', afirmó el responsable de Interior del gobierno regional catalán, Joaquim Forn.

'Tendremos algunos encuentros específicos con la fundación de la Sagrada Familia, que lo ha pedido', afirmó en rueda de prensa tras reunirse con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el delegado del gobierno español en Cataluña, Enric Millo.

'Seguramente este será uno de los puntos que se intensificará inmediatamente', precisó.

El gobierno español decidió mantener la alerta antiterrorista en el nivel cuatro de una escala de cinco tras los sangrientos atentados del jueves, reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

'Esto sin embargo nos permite incrementar la intensidad de los recursos', precisó Forn.

Así, la policía catalana incrementarán entre 10% y 20% su presencia en las calles. Esta también aumentará en el aeropuerto y las estaciones de tren, 'las localidades turísticas más importantes' y 'los acontecimientos de gran afluencia de público' como partidos de fútbol, conciertos o manifestaciones, subrayó.

Se creó asimismo una comisión técnica para evaluar la necesidad de instalar obstáculos fijos o móviles que impidan el acceso de vehículos a ciertas zonas, precisó Colau.

Tras los atentados, cometidos mediante atropello masivo, la alcaldesa había sido muy criticada por no haber desplegados estos sistemas en una de las ciudades más visitadas de Europa.