La tormenta tropical Harvey se convirtió ayer en un huracán de categoría uno y amenaza a miles de personas en la costa de Texas y Luisiana.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) advirtió de la posibilidad de inundaciones 'letales' provocadas por este huracán, que debe llegar a la costa en algún momento de este viernes.
El NHC informó que este huracán de categoría uno podría tocar tierra como uno de categoría tres, mucho más poderoso, con vientos de hasta 209 kilómetros por hora.
También se espera que Harvey produzca inundaciones en Nueva Orleans, en el estado vecino de Luisiana, donde el devastador huracán Katrina causó en 2005 la muerte de más de 1.800 personas.
'Podríamos ver algunas inundaciones focalizadas', dijo el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, en una conferencia de prensa el jueves, informando además que varios equipos de rescate se preparaban para la eventualidad, aunque no se habían previsto aún evacuaciones.
'Solo tenemos que asegurarnos que estamos preparados para una fuerte lluvia este fin de semana', dijo Landrieu.
Una tormenta es catalogada como un huracán de categoría uno cuando tiene vientos de al menos 119 kilómetros por hora. Se prevé que arrojará unos 75 centímetros de lluvia en algunas partes de Texas.
Aunque todavía faltan horas para que Harvey toque tierra, el gobernador Greg Abbott lanzó alertas de desastre en 30 condados, asegurando que con esta medida preventiva 'Texas podrá desplegar recursos de manera inmediata para responder a la emergencia'.
Funcionarios de Houston dijeron que no anticipaban evacuaciones, pero que esperan fuertes lluvias que se pueden prolongar hasta por cinco días.