Al menos 35 personas murieron en un terremoto de 8,2 grados que sacudió este viernes el sur de México, el 'mayor registrado' en el país en los últimos cien años.
Las autoridades han advertido sobre fuertes réplicas en las próximas horas y dijeron que el balance de muertos puede aumentar.
'Más de 200 resultaron heridas en el #Sismo', escribió el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en su cuenta Twitter. Hasta el momento se han registrado mas de 260 réplicas, la más intensa de 6,1 grados, indicó el mandatario.
El estado de Oaxaca, en el sur, es hasta ahora el más afectado, con 45 muertos, según José Calzada, secretario de agricultura mexicano que se desplazó a la región.
De ellas, 17 fallecieron en la pequeña ciudad de Juchitán, sureste de Oaxaca, según dijo a la televisión local el gobernador Alejandro Murat.
El vecino estado de Chiapas, en cuya costa fue el epicentro, reportó 10 muertos. Ambos estados tienen constantemente una gran afluencia de turistas.
Además, en el estado de Tabasco, también en el sur, se reportaron tres fallecidos.
México está amenazado además por el huracán Katia, de categoría 2, que avanza este viernes por el Golfo de México hacia el estado de Veracruz, en una terrible semana en la que otros dos ciclones, Irma y José, cruzan el mar Caribe dejando atrás una estela de muertos y graves daños materiales.
- 'El mayor' del siglo -
El terremoto es el 'mayor registrado en el país en los últimos 100 años', dijo el presidente mexicano Enrique Peña Nieto en un mensaje televisivo difundido poco después del movimiento telúrico.
'Es previsible que, dentro de las siguientes 24 horas, se pueda registrar una réplica de un grado menor a lo que ocurrió el sismo, es decir, de 7.2 grados', añadió.
El sismo ocurrió a las 23H49 locales del jueves (04H49 GMT del viernes) cerca de la localidad de Tonalá (Chiapas), a unos 100 km de la costa y a una profundidad de 19 km.
El pánico se apoderó, de norte a sur, de gran parte de los 120 millones de habitantes del país. Muchos salieron a las calles en pijamas, cargando a sus hijos o a sus mascotas.
Onelia Guerra, una residente de Oaxaca que al momento del temblor estaba en Ciudad de México, se dijo 'ansiosa' de volver a casa, mientras esperaba abordar un vuelo desde el aeropuerto de la capital.