Cuba, que sufrió el embate de Irma el viernes y sábado, registraba 'fuertes inundaciones' en el litoral noroccidental, de Matanzas a La Habana, 'con olas [de] entre 6 y 9 metros', informó el Instituto de Meteorología cubano.
El agua de mar, que golpeaba el emblemático Malecón, se adentró unos 250 metros en la capital, constataron periodistas de la AFP. Al menos 1,5 millones de personas fueron evacuadas en la isla, donde el viento tumbó árboles y tendidos eléctricos.
En lo inmediato no se reportaron víctimas pero sí 'daños materiales significativos'.
El huracán ya dejó al menos 25 muertos en las islas del Caribe: 10 en la parte francesa y dos en la holandesa de San Martín, cuatro en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, seis en las Islas Vírgenes Británicas y el Archipiélago de Anguila, dos en Puerto Rico y uno en Barbuda.
En las devastadas islas de San Martín y San Bartolomé, los socorristas actuaban contrarreloj para ayudar a los traumatizados habitantes ante la llegada de otro poderoso huracán, José, que finalmente pasó más lejos de la costa de lo inicialmente previsto.
Un tercer huracán afectó el oeste del Golfo de México. Katia tocó tierra el viernes en el estado mexicano de Veracruz, pero fue degradado a tormenta tropical, dando un respiro a la población y las autoridades tras el sismo de magnitud 8,2 que sacudió horas antes el sur del país y dejó más de 60 muertos.