'Adiós España': miles de independentistas catalanes se congregaron ayer en Barcelona en una exhibición de fuerza a tres semanas del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre que las instituciones españolas quieren impedir.
Extendidos sobre dos amplias avenidas de esta ciudad mediterránea, los manifestantes formaron una cruz de más de un kilómetro de largo en referencia a la 'X' que quieren inscribir en la casilla del 'Sí' en el referéndum.
La policía local cifró en 'alrededor de un millón de personas' la participación, mientras que la delegación del gobierno español en la región redujo la cifra a 350.000 personas.
'Habrá lío en las próximas semanas, pero vamos a votar', afirmaba Mari Carmen Pla, con la bandera independentista, de franjas amarillas y rojas con una estrella blanca sobre un triángulo azul, colgada sobre los hombros.
'Tengo 70 años. Ya no tengo edad para que me digan lo que tengo que hacer o no. Yo pienso votar y lo haré, aunque me lleven a la prisión', añadía desafiante a la AFP.
En las pancartas, el mensaje en catalán era claro: 'Votaremos'. O 'Adéu Espanya' (Adiós España).
Las opciones
El gobierno regional de Carles Puigdemont convocó oficialmente el referéndum de autodeterminación y, si gana el 'Sí', promete fundar una república en esta región mediterránea de 7,5 millones de habitantes y con una quinta parte de la riqueza de España.
Enfrente se encontrará al ejecutivo español de Mariano Rajoy y las instancias judiciales. Para ellos este escrutinio no se ajusta a la Constitución, que protege la unidad del país y delega la soberanía nacional en el conjunto de la población española.