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Contra el reloj y el cansancio, las tareas de rescate y ayuda continúan este jueves en Ciudad de México tras el poderoso sismo de magnitud 7,1 del martes, cuando suman al menos 273 muertos y mermaba la esperanza de encontrar sobrevivientes.

A la incertidumbre por los eventuales sobrevivientes, se suma el agotamiento de muchos de los miles de voluntarios que saltaron a las calles desde que estalló la emergencia, al mediodía del martes.

En la capital se reporta a decenas de personas desaparecidas que se teme están en la cuarentena de edificios que colapsaron y donde se concentran los esfuerzos de rescate este jueves.

En el céntrico barrio Roma, los rescatistas batallan en su intento de hallar a por lo menos 23 desaparecidos en lo que fue un edificio de siete pisos y ahora es una montaña de ruinas.

De los escombros de esa edificación los equipos de socorro han sacado a 28 personas vivas hasta ahora, según las listas que ellos mismos publican.

Aaron Flores, 30 años, observa las tareas de rescate. Ahí está su hermana Karen y su amigo Paulino Estrada, quien pudo comunicarse por videollamada y un mensaje con sus familiares.

'Nos sentimos consternados, desesperados porque no hemos tenido señales' de Karen, dice Aaron.

Armando Albarrán, de 49 años, confía en que su sobrina Karina, de 30, esté viva en lo que era el cuarto piso.

Derrotar el cansancio

La otra batalla es contra el cansancio. En el Parque México del barrio Condesa, la bella arquitectura de inicios del siglo XX contrasta con el ajetreo y las pilas de alimentos acumuladas en un improvisado centro de acopio.

'Estamos coordinando grupos aunque hay gente que se está desesperando, los tenemos esperando', dice Fernando Olea, a cargo de un grupo de ayuda civil.

Pola Díaz, una de los célebres Topos de México, rescatistas voluntarios surgidos tras el devastador sismo de 1985, ruega que las autoridades no detengan el trabajo de rescate.

'Después de 72 horas se suspenden las labores de rescate y se empieza la demolición (...) yo pediría que no se fuera tan estricto con ete protocolo, que hubiera un poco más de flexibilidad', dijo Díaz, de 53 años, a la AFP.

El pasado 7 de septiembre, un terremoto de 8,1, el más fuerte en un siglo en México, causó 96 muertos y más de 200 heridos en el sur del país, especialmente en los estados de Oaxaca y de Chiapas.

Misterio : No hay niña atrapada

Las autoridades descartaron ayer que una niña, nombrada por los medios como ‘Frida Sofía’, se encuentre atrapada bajo los escombros de una escuela en el sur de Ciudad de México, hipótesis que mantuvo en vilo al mundo durante más de 24 horas, tras el terremoto del martes pasado.

'Tenemos la seguridad de que todos los niños o desgraciadamente fallecieron o están en los hospitales o están a salvo en sus casas', dijo el subsecretario de Marina de México, Ángel Sarmiento, a la televisión local.

Aclaró, sin embargo, que sí hay indicios de que una persona viva permanece atrapada bajo el edificio.