Los esfuerzos por encontrar vida bajo los escombros de edificios de Ciudad de México destruidos por el sismo del martes seguían por quinta noche, aunque con menores esperanzas y en un ambiente de nerviosismo tras un nuevo temblor de magnitud 5,7.
Hasta la noche del sábado sumaban 307 muertos por el sismo de magnitud 7,1 del martes: 169 en Ciudad de México, 73 en el estado de Morelos, 45 en Puebla, 13 en Estado de México, 6 en Guerrero y uno en Oaxaca, según datos de Protección Civil federal.
El nuevo movimiento telúrico dejó dos mujeres muertas en la capital por infarto mientras otra mujer y un hombre también fallecieron en el sureño estado de Oaxaca, que fue duramente sacudido por el sismo del 7 se septiembre de 8,2, el más intenso en México en un siglo y que dejó 96 muertos.
Al caer la noche, las esperanzas de encontrar gente con vida se mermaban. En un edificio de departamentos de Tlalpan, en el sur, donde con tecnología de punta se habían detectado señales de dos vida de dos personas, los rescatistas temían que una hubiera ya fallecido.
Muchos rescatistas voluntarios abandonaban las tareas vencidos por el agotamiento por lo que se lanzaban llamados en la televisión pidiendo apoyo en determinados sectores.
También se pedía que los voluntarios llevaran alimentos calientes para reconfortar a los rescatistas, que se la han pasado con sándwiches o las típicas tortas mexicanas (pan salado con distintos rellenos), además de calcetines de algodón y talco para proteger sus pies, lastimados por gruesas botas.
También se pedían botitas protectoras para los perros rescatistas que se han robado el corazón de los mexicanos. Al menos dos de los canes han caído agotados y ha sido necesario reanimarlos con suero.
Para levantar el ánimo, un grupo de mariachis se presentó en el céntrico sector Roma-Condesa, donde los voluntarios entonaron alegres '¡Viva México! Oh tierra bendita de Dios'
Se reanuda el rescate
Los trabajos de rescate en cinco puntos de edificios colapsados se suspendieron por momentos por el sismo de la mañana pero se reanudaron en cuanto se comprobó que había condiciones de seguridad.
Aunque mínima, persiste la esperanza de encontrar a personas vivas más allá de las 72 horas de sobrevivencia que los expertos dan a una persona atrapada entre escombros, aunque en el sismo de 8,1 de 1985, que dejó más de 10.000 muertos en Ciudad de México, la resistencia humana rompió expectativas,
En un derrumbe de oficinas en el céntrico sector Roma-Condesa las máquinas de remoción de escombros se encendieron nuevamente para retirar pesadas losas en una operación quirúrgica para acelerar el rescate, pero procurando no lesionar a los posibles sobrevivientes.
Las autoridades no han dado cifras de cuántas personas estarían ahí atrapadas, pero en un poste cuelga una lista con 46 nombres,
Los familiares de las personas atrapadas firmaron su acuerdo para que entraran las temidas máquinas luego de conversar con rescatistas de México, Estados Unidos e Israel.
Fe
'Vinimos a salvar vidas. Hay que tener fe y pensar que a lo mejor (las personas adentro) tenían algún lugar donde podían seguir recibiendo aire y así poder sobrevivir. Sabemos dónde está la gente, dónde tenían que estar, y allí estamos trabajando', dijo a la AFP Karin Kvitca, rescatista israelí de 29 años.
Conforme pasan las horas, los familiares van mostrando mayores signos de cansancio y desesperación.
Algunos rezan y lloran a sus seres queridos ante una virgen de yeso de medio metro y con un largo velo blanco que ha sido colocada atrás de una carpa instalada para los familiares.
'Vamos a hacer una oración para poner en manos de nuestra virgen a todos los rescatistas y a nuestros hermanos que están ahí (entre los escombros)', dice Elisa Montesinos, una catequista de 33 años. Algunos de los familiares se acercan para abrazarla entre lágrimas.
En redes sociales corren rumores de que la maquinaria pesada ya iniciaría la remoción de escombros, pero el gobierno federal y la alcaldía insisten en que se agotarán todos los esfuerzos por rescatar personas con vida.
Donde se ha utilizado maquinaria pesada es con autorización de familiares pero para agilizar los rescates.
Hasta este sábado se han rescatado 69 personas con vida.
Se han identificado a ocho extranjeros entre las víctimas del sismo: una panameña, un argentino, un español, un surcoreano y cuatro taiwanesas.