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El último intento del presidente Donald Trump de derogar y sustituir el plan de salud de su antecesor Barack Obama falló este lunes luego de que una tercera senadora republicana se pronunciara en contra.

'Simplemente esta no es la manera en que deberíamos abordar una materia tan importante y complicada, que tendría que ser tratada de manera cuidadosa y justa para todos los estadounidenses', dijo la senadora Susan Collins en un comunicado, donde anunció su oposición a la ley que buscaba reemplazar el programa de salud Obamacare.

Collins se une así a los senadores John McCain y Rand Paul, republicanos que también se han opuesto a este proyecto de ley, que los líderes del partido esperaban aprobar antes del 30 de septiembre (cuando finaliza el año fiscal), pues así el mismo podía ser aprobado por mayoría simple.

Los republicanos tienen 52 de los 100 senadores, por lo que solo pueden tener dos desertores.

En julio una versión previa de este proyecto de ley había fracasado, lo que provocó la furia de Trump, quien había prometido la derogación del Obamacare.

El golpe de gracia fue dado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), que este lunes hizo público un alarmante análisis de la llamada ley Graham-Cassidy.

De acuerdo a los economistas del CBO, 'millones' de personas adicionales quedarían sin cobertura médica con esta reforma.

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Debido a la apresurada redacción del texto, los expertos no tuvieron tiempo de hacer un análisis detenido. En versiones previas de esta ley, entre 16 y 32 millones habrían 'perdido' su cobertura para el año 2026.

El plan republicano consistía en transferir a los estados una parte del presupuesto federal de la salud, al tiempo que reducía los créditos y permitía a las autoridades locales eliminar las regulaciones existentes en el mercado de los seguros privados.

Un grupo de doctores, grupos de enfermos, compañías de seguros y de representantes demócratas electos por voto popular se han movilizado para que fallara este último intento.

El lunes una audiencia en el parlamento fue interrumpida por docenas de manifestantes en sillas de ruedas que debieron ser sacadas del lugar por la policí