Las fuerzas de seguridad españolas empezaron el martes a 'neutralizar' los colegios electorales en Cataluña para impedir el referéndum independentista, mientras en Washington el presidente estadounidense, Donald Trump, abogaba por la unidad de España en presencia de Mariano Rajoy.
La policía regional catalana recibió la orden de la fiscalía de precintar los espacios designados como puntos de votación, vigilarlos hasta la noche del domingo 1 de octubre y evitar que se vote en 100 metros a la redonda.
Además, los agentes de este cuerpo policial debieron identificar a los responsables de estos centros, pedirles información relacionada con el voto y advertirles de no ceder estos espacios.
Las actuaciones de esta policía, que es autónoma pero está sometida a la legislación del Estado español, es esencial. Por ello, y como parte de su empeño por impedir la consulta, el Ministerio del Interior la puso este fin de semana bajo tutela parcial.
El presidente de gobierno, Mariano Rajoy, logró mientras tanto el apoyo de Trump en la Casa Blanca, donde fue recibido en visita oficial de trabajo.
'España es un gran país, y debe permanecer unido', dijo Trump en rueda de prensa en la Casa Blanca junto al jefe del gobierno español, Mariano Rajoy.