El presidente Donald Trump lanzó este viernes una nueva estrategia con Irán, a quien calificó como 'el principal patrocinador del terrorismo del mundo', y advirtió que puede abandonar el pacto nuclear internacional alcanzado en 2015 en cualquier momento.
En una comparecencia televisada desde la Casa Blanca que levantó mucha expectación, Trump aseguró no poder certificar los compromisos nucleares de Teherán, aunque no abandonó el pacto.
'Anuncio que no podemos ni haremos esta certificación', declaró el mandatario. 'No seguiremos por un camino cuyo previsible final es más violencia y terror y la verdadera amenaza de un Irán nuclear'.
Trump criticó además el comportamiento de 'la dictadura iraní' en Oriente Medio y afirmó que Teherán es 'el principal patrocinador del terrorismo en el mundo'.
El presidente también adelantó 'duras sanciones' contra los Guardianes de la Revolución, el Ejército de élite iraní.
Aunque no abandona el acuerdo, el giro estratégico de Trump puede abrir un período de incertidumbre al no secundar la posición de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), quien hasta ahora ha confirmado que Teherán cumple sus compromisos.
El pacto --que también suscribieron Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia y China-- tiene el objetivo de garantizar el carácter exclusivamente civil del programa nuclear iraní.
Revisión continua
El presidente estadounidense, que hizo hincapié en las 'agresiones' de Irán en los conflictos que afectan Oriente Medio, subrayó que el acuerdo ha fracasado a la hora de abordar su papel en la región y su programa ilegal de misiles.
Por otro lado, respaldó los esfuerzos del Congreso por lograr nuevas medidas ante las amenazas que plantea Teherán sin torpedear de forma general el acuerdo.
'De todas formas, en el caso de que no seamos capaces de alcanzar una solución con el Congreso y nuestros aliados, el acuerdo se acabará', advirtió.
El pacto 'es revisado continuamente y yo, como presidente, puedo cancelar nuestra participación en cualquier momento', aseguró.
Paralelamente a la declaración presidencial, el Departamento del Tesoro dio a conocer medidas económicas contra los Guardianes de la Revolución a través de una orden ejecutiva de 2001 y agregó cuatro empresas a su lista negra.
A favor y en contra
La comunidad internacional hirvió tras el anuncio de Trump.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, celebró la 'valiente decisión' del mandatario estadounidense a la hora de 'enfrentarse el régimen terrorista iraní'.
En la misma línea se pronunció Arabia Saudita, contenta de la 'estrategia firme' de Estados Unidos.
Francia, Alemania y Reino Unido emitieron un comunicado conjunto en el que se declararon 'comprometidos' con el acuerdo nuclear.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, garantizó además que Trump 'no tiene' el poder de ponerle fin.
Rusia, de su lado, denunció la estrategia del mandatario estadounidense y consideró que el pacto sigue intacto.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, manifestó su esperanza de que el acuerdo sobreviva, al considerarlo 'un logro muy importante para consolidar la no proliferación nuclear y avanzar hacia la paz y la seguridad globales'.
Casi en los mismos términos se posicionó China horas antes del discurso de Trump, que consideró el acuerdo 'importante para asegurar el régimen internacional de no proliferación nuclear' y 'la paz y la estabilidad de la región'.
La principal negociadora estadounidense del texto en la era Obama, Wendy Sherman, dijo de su lado que 'la inquietante política extranjera de Irán es precisamente la razón por la que el acuerdo es necesario'.
'Un Irán dotado de un arma nuclear sería mucho más amenazante para la seguridad regional y mundial', escribió Sherman esta semana, advirtiendo de las repercusiones potencialmente 'desastrosas' sobre la política extranjera estadounidense en caso apartarse del pacto.