Los venezolanos estaban a la espera la noche del domingo de los primeros resultados de las elecciones regionales, en las que se anticipa hubo una alta participación y a las que tanto el gobierno como la oposición calificaron de victoria.
Más de 18 millones de venezolanos estaban llamados a sufragar para designar por cuatro años a los gobernadores de los 23 estados del país petrolero, después de cuatro meses de protestas que dejaron 125 muertos entre abril y junio.
Una fuente del poder electoral afirmó a la AFP que la participación ronda el 60%.
'Lo que ha ocurrido hoy en Venezuela, el evento del que ha sido protagonista el pueblo, es una gigantesca victoria popular de dimensiones históricas', manifestó Ramón Guillermo Aveledo, dirigente de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Poco después, el jefe de campaña del oficialismo, Jorge Rodríguez, pidió a la oposición 'que asuma el resultado con nobleza y que reconozca para evitar angustias al pueblo'.
Según Rodríguez, estas fueron 'una de las elecciones regionales con mayor participación en la historia de Venezuela, mucho mayor' a la de 2012, cuando fue del 52%.
Tres horas después del cierre previsto de la votación, ninguna autoridad electoral había hecho declaraciones.
Los analistas habían previsto que una alta participación favorecería a la oposición. El oficialismo defiende 20 gobernaciones en su poder, pero las encuestas han dado a la MUD con posibilidad de ganar de 11 a 18 estados, según fuera la abstención.
La oposición pidió a sus seguidores votar, más que por gobernadores, para castigar la gestión del presidente Nicolás Maduro; en tanto que el mandatario reivindicó la elección como un 'triunfo de la democracia revolucionaria'.
La jornada de doce horas de votación transcurrió en calma. Algunos centros electorales cerraron después de lo previsto para recibir a electores aún en fila, como dispuso el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Los comicios se celebraron con un año de retraso y luego de dos meses de tregua tras las marchas convocadas entre abril y julio por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para exigir la salida de
Maduro.
Este fue el primer duelo electoral desde su aplastante victoria en las parlamentarias de 2015, cuando rompió una hegemonía chavista de 18 años.
En busca de legitimidad
Buscando legitimidad nacional e internacional, Maduro convirtió estos comicios en una validación de su todopoderosa Asamblea Constituyente, desconocida por la oposición y países de América y Europa.
'El que vote está votando por la Constituyente', reiteró el mandatario.
Aún si la oposición arrasara, estaría de manos atadas porque Maduro dispuso que los gobernadores electos se subordinen a la Constituyente, totalmente oficialista pues la MUD la consideró ilegal y no participó en su elección.
'El que no se juramente no toma su cargo y punto', advirtió el presidente.
A las puertas está un nuevo repunte del conflicto institucional. Los gobernadores podrían terminar como el Parlamento, cuyo poder fue anulado por la justicia -acusada de oficialista-.
'Los gobernadores electos el día de hoy se deben al respeto de su Constitución y a los ciudadanos', afirmó Aveledo.
'O cambia o termina de hundirse'
Además de la frustración de su gente tras las protestas, la MUD enfrentó complicaciones como la reubicación a última hora de casi 300 centros, lo que denunció como 'abusos' del CNE para favorecer al gobierno.
Desde que se eligió la Constituyente el 30 de julio, las protestas cesaron, pero el país sigue siendo una olla en ebullición: está al borde de la hiperinflación, con una severa escasez de alimentos y medicinas y una caída del PIB que el FMI calcula será de 12% este año.
'Este país o cambia o termina de hundirse. El cambio no es un camino fácil, la batalla hay que darla', declaró Mary Delgado, administradora de 63 años, a la AFP.
En Maracaibo, ciudad petrolera en el oeste del país, Carmen de Guillén, de 52 años, votó para apoyar al gobierno porque -dijo- 'se preocupa por los más pobres'.
Para animar a sus seguidores, la MUD argumentó que sin las protestas muchos países no habrían desconocido la Constituyente ni Estados Unidos sancionado al gobierno venezolano y a varios de sus funcionarios, incluido Maduro.
'El pueblo de Venezuela votó para decir que los asuntos de los venezolanos los resolvemos los venezolanos', aseveró Rodríguez, quien opinó que el resultado ratifica 'la necesidad de la mesa de diálogo'.
Aunque la elección es regional, los resultados 'tendrán efecto' en un posible diálogo -tímidamente reiniciado en septiembre en República Dominicana- y en la elección presidencial de fines de 2018, opinó el analista electoral Eugenio Martínez.