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Dieciséis policías egipcios murieron en combates contra islamistas en una carretera entre El Cairo y el oasis de Bahariya, en el desierto occidental del país, según un balance oficial emitido este sábado.

Los choques se produjeron en la noche del viernes, y según el ministerio de Interior, 15 asaltantes murieron después de que las fuerzas de seguridad los persiguieran en el desierto.

El balance oficial es inferior a los que habían sido comunicados por fuentes de seguridad y médicas, que habían indicado inicialmente 35 policías muertos.

El ministerio de Interior publicó los nombres de las 16 víctimas, entre las cuales 11 oficiales. Además hay un policía desaparecido, según el comunicado.

'Un grupo de terroristas tomó una zona en el desierto (...) para esconderse, entrenarse y preparar operaciones terroristas' explicó el ministerio en su comunicado.

Cuando las fuerzas de orden se disponían a desalojarlos, los islamistas respondieron abriendo fuego, añadió el texto.

Los funerales de los policías se celebraron en la noche del sábado, con un oficio religioso en la mezquita de la policía en El Cairo.

Las operaciones de rastreo continuaban el sábado por la noche en la región.

Este ataque ocurrió coincidiendo con las conmemoraciones de los 75 años de la batalla de El Alamein, que marcó una victoria decisiva para los aliados contra las fuerzas fascistas en la Segunda Guerra Mundial.

El presidente egipcio, Abdel Fattah Al Sisi, asistió a esas celebraciones, pero anuló en cambio otros compromisos de la jornada, indicó la presidencia a la AFP.

El sábado, en el acceso a la zona donde tuvieron lugar los enfrentamientos la víspera, dos conductores de camión que se alejaban del lugar de la emboscada dijeron a la AFP que las fuerzas de seguridad estaban presentes de forma masiva y que 'aviones sobrevolaban el área', situada a menos de 200 km de El Cairo.

El oasis de Bahariya era antes un conocido destino turístico.

Según una fuente cercana a la investigación, el convoy fue blanco de disparos de cohetes. Los atacantes también utilizaron artefactos explosivos.

El asalto no fue reivindicado. Una falsa reivindicación del grupo extremista Hasm, citada por varios medios, fue difundida en las redes sociales pero la cuenta del grupúsculo en Twitter, en la que habitualmente se difunden sus reivindicaciones, ha estado inactiva desde el 2 de octubre.

Desde que las Fuerzas Armadas destituyeron en 2013 al presidente Mohamed Mursi, proveniente del movimiento de los Hermanos Musulmanes, los grupos extremistas han multiplicado atentados contra los militares y la policía.

Las autoridades egipcias luchan especialmente contra la rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI), autor de atentados en el norte de la península del Sinaí (este de Egipto).

Cientos de soldados y policías perecieron en esos ataques.

En sus reivindicaciones, los grupos jamás mencionan vínculo alguno con los Hermanos Musulmanes.

Arabia Saudita, Émiratos Árabes Unidos y la Liga Árabe condenaron el ataque.

Un golpe a las Fuerzas Armadas

El viernes de la semana pasada, seis soldados egipcios perecieron a manos de 'elementos terroristas' en un ataque perpetrado en el norte del Sinaí. El mismo día, la rama egipcia del grupo Estado Islámico --llamada 'Provincia del Sinaí'-- había reivindicado la muerte de 14 soldados egipcios en un doble atentado suicida perpetrado la víspera en una base militar cerca de Al Arish.

En uno de los más sangrientos murieron por lo menos 21 soldados en un puesto militar de control de tráfico el 7 de julio.

Por su parte, Hasm reivindicó desde 2016 varios atentados contra la policía, oficiales y jueces, en El Cairo.

Bajo el impacto de una severa represión, los Hermanos Musulmanes, un movimiento poderoso que durante mucho tiempo fue la principal fuerza opositora en Egipto, estuvieron divididos en varias tendencias rivales, entre partidarios y adversarios de la acción violenta.

A diferencia de Irak o Siria, el EI en Egipto no ha sido capaz de apoderarse de centros urbanos.

El grupo ultrarradical también reivindicó varios atentados mortíferos contra iglesias coptas en diciembre de 2016 y abril de 2017.

En total más de un centenar de coptos murieron en tres ataques en El Cairo, Alejandría y Tanta (norte de Egipto).

El presidente Al Sisi prorrogó por tres meses, a partir del 12 de octubre y por segunda vez, el estado de emergencia, tras una serie de atentados contra iglesias coptas.