Los soldados estadounidenses seguirán asistiendo a las fuerzas locales en Níger a pesar de la muerte de cuatro soldados estadounidenses en una emboscada el pasado 4 de octubre, afirmó este lunes un alto oficial de Estados Unidos.
'Nuestra intención es continuar con las operaciones', declaró a periodistas el general Joseph Dunford, jefe del Estado Mayor Conjunto, al aportar nuevos detalles sobre el ataque del 4 de octubre presuntamente perpetrado por yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
Dunford dijo que Estados Unidos contaba recientemente con 800 funcionarios militares en Níger, su mayor presencia en África subsahariana, y que se dedica a labores de apoyo y entrenamiento al ejército nigerino en la lucha contra insurgentes.
Los cuatro hombres murieron cuando su patrulla de reconocimiento fue atacada en la frontera con Mali, al norte de Niamey. Dunford dijo que igualmente cinco soldados nigerinos murieron y otros dos estadounidenses resultaron heridos en la emboscada.
Los 12 estadounidenses y 30 nigerinos en la misión fueron atacados por unos 50 combatientes que Dunford describió como locales asociados al grupo yihadista Estado Islámico. Una investigación está en curso, señaló.
El general indicó que la misión se planteó asumiendo que un conflicto era 'improbable'.
'La mayoría de nuestras operaciones en África están diseñadas para apoyar, entrenar, asesorar y asistir' a las fuerzas locales, dijo Dunford.
'Mitigamos el riesgo para las fuerzas estadounidenses con directrices de solo acompañar a las fuerzas locales cuando las posibilidades de un contacto con el enemigo es poco probable', añadió.
Dunford afirmó que el ataque refleja la globalización de la lucha contra el Estado Islámico a medida que el grupo es expulsado de sus feudos en Irak y Siria.
'Estamos enfrentando un desafío que existe desde África Occidental al Sureste Asiático (...) Estamos enfrentando un desafío global', dijo.