El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, abogó este domingo por recuperar 'la Cataluña de todos' en su primera visita a la región desde que destituyó al ejecutivo independentista catalán.
En un mitin de su Partido Popular (PP) para las elecciones regionales del 21 de diciembre, Rajoy pidió además 'a todas la empresas que trabajan o han trabajado en Cataluña que no se vayan', como hicieron casi 2.400 desde principios de octubre, cuando se agudizó la crisis por las aspiraciones independentistas.
'Hemos restablecido el orden legal y democrático, eso es lo que ocurrió y no otra cosa', sentenció el jefe del gobierno español, rechazando implícitamente las acusaciones de autoritarismo que le prodiga el independentismo.
'Las medidas excepcionales solo deben adoptarse cuando no hay otra vía', dijo sobre la aplicación del artículo 155, que le permitió destituir al gobierno regional, disolver el parlamento y convocar elecciones.
'No puede un gobierno, ni aquí, ni en ningún país democrático del mundo, instalarse en la ilegalidad y presumir de ello', añadió Rajoy.
Fue una breve visita. Rajoy, acompañado por la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, clausuró el acto de presentación de las candidaturas del PP de Cataluña para las elecciones autonómicas del 21 de diciembre, en un hotel de la capital catalana, y luego iba a regresar a Madrid.
La visita se produce dos semanas después de la fallida proclamación de independencia, el 27 de octubre. Desde entonces, Rajoy cesó al gobierno catalán de Carles Puigdemont, disolvió el parlamento y convocó esas elecciones, amparándose en los poderes que le confiere el artículo 155 de la Constitución.
Los catalanes ven la independencia más lejos
Parte de ese gobierno catalán destituido se encuentra en la cárcel como sospechoso de sedición y rebelión, y parte en Bruselas, entre ellos Puigdemont, que se presenta como el jefe del gobierno en el exilio mientras pende sobre él una demanda de detención de la justicia española que podría resolverse en un par de meses.
Según un sondeo difundido este domingo por el diario El País, la impresión de que la independencia de Cataluña es posible ha caído entre los catalanes, que desaprueban además mayoritariamente (69%) la gestión de la crisis que ha hecho Rajoy, aunque la mayoría (también 69%) aprueba que convocara las elecciones regionales del 21 de diciembre.
Así, en estos momentos, y según esta encuesta -elaborada por Metroscopia consultando a 1.730 personas entre el 6 y el 8 de noviembre-, sólo el 28% de los catalanes cree que la independencia de Cataluña es posible en un futuro más o menos cercano, cuando la cifra era del 51% en octubre.
La visita de Rajoy se produce al día siguiente de que cientos de miles de personas reclamaran en las calles de Barcelona la libertad de los líderes independentistas catalanes encarcelados, en una demostración de fuerza de un movimiento que se reorganiza tras el fracaso de la proclamación de secesión.
La crisis se llevó por delante este domingo la coalición de gobierno municipal que mantenían el partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el Partido Socialista de Cataluña. Los militantes de Barcelona en Común así lo decidieron por el apoyo del PSC a la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
'Ha sido una decisión difícil, pero la hemos tomado de la mejor manera posible: con radicalidad democrática', escribió Colau en la red social Twitter.
En el plano electoral, el último partido independentista que aún no lo había hecho, la Candidatura de Unidad Popular (CUP, extrema izquierda) confirmó este domingo que se presentará a las elecciones regionales convocadas por Rajoy.
'La CUP decide concurrir a las elecciones ilegítimas', anunció en Twitter tras celebrar una asamblea general.
Entretanto en Bruselas, varios cientos de independentistas se manifestaron para pedir a la Unión Europea que 'defienda la democracia', una protesta a la que acudieron algunos miembros del gobierno catalán destituido, pero no Puigdemont.
'Europa, tu futuro depende de lo que hagas con Cataluña', advirtió Toni Comín, el que era responsable de Sanidad del gobierno regional.
En medio de las 'esteladas', la bandera independentista catalana, podían verse varias banderas de Flandes --muestra del apoyo del independentismo flamenco a la causa catalana--, pero también de Valonia, de Gales y vascas.