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Los rescatistas iraníes buscaban este lunes a posibles sobrevivientes del sismo de magnitud 7,3 que el domingo por la noche sacudió el oeste de Irán y varias regiones iraquíes, dejando más de 400 muertos y varios miles de heridos.

La mayoría de las víctimas de la catástrofe fueron registradas en Irán, en donde el balance provisorio aumentaba hacia las 17H45 (14H15 GMT) hasta 407 muertos y cerca de 6.700 heridos todos en la provincia occidental de Karmanshah, fronteriza con Irak.

En este último país el balance oficial del drama ascendía a 8 muertos y 336 heridos.

Con la caída de la noche, las autoridades se enfrentaban al desafío de refugiar y alimentar a decenas de miles de personas obligadas a dormir en la fría intemperie por segunda noche consecutiva.

'Las necesidades inmediatas de la gente son las tiendas, agua y alimentos', declaró a la televisión estatal iraní el general Mohamad Ali Yafari, jefe de los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite de la República Islámica, durante una visita a las zonas afectadas.

'Los inmuebles construidos recientemente [...] se mantuvieron bien, pero las viejas casas de tierra quedaron totalmente destruidas', dijo, añadiendo que esperaba que las operaciones de limpieza hubieran terminado antes de la noche.

La AFP, al igual que otros medios extranjeros, no recibió autorización para ir este lunes al lugar de la catástrofe.

Destrucción total

El epicentro del temblor se situó unos 50 km al norte de Sar-e Pol-e Zaham, la ciudad más afectada por el sismo, en donde murieron 280 personas.

Según varios medios iraníes, una mujer y un bebé fueron rescatados vivos de entre los escombros por la mañana en esta ciudad, de 85.000 habitantes.

La televisión estatal mostró imágenes grabadas durante la noche en Sar-e Pol-e Zahab que muestran edificios de cinco o seis pisos sin fachadas pero cuyas estructuras y pisos resistieron al temblor.

Fotos de la agencia Isna tomadas por la mañana en la misma ciudad muestran coches aplastados por los escombros al pie de los edificios cuyos muros cayeron pero cuyas estructuras resistieron.

Según responsables locales, el hospital y la mitad de las escuelas de la zona resultaron dañadas.

En la vecina provincia de Dalahoo, muchas localidades quedaron destruidas al 100% según el prefecto local, citado por la agencia Tasnim.

De acuerdo con el gobierno se distribuyeron 22.000 tiendas, 52.000 frazadas, casi 17 toneladas de arroz, 100.000 conservas y más de 200.000 botelas de agua.

Reapertura de rutas

Al final de la tarde, las autoridades locales indicaron que todas las carreteras que se habían cerrado debido a los corrimientos de tierra habían vuelto a abrir en la provincia de Kermanshah, pero la electricidad no se había restablecido en Sar-e Pol-e Zahab, según la televisión estatal. 

El guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, ordenó al gobierno y a las fuerzas de seguridad movilizar 'todos sus medios' para ayudar a la población.

Según varios medios de prensa iraníes centenares de ambulancias y decenas de helicópteros del ejército fueron movilizados para operaciones de rescate.

También se evacuó a 200 heridos por avión para hospitalizarlos en Teherán.

Según el Instituto de Geofísica de la Universidad de Teherán, al terremoto lo siguieron más de 150 temblores, los más fuertes de ellos de hasta 4,7 grados en la escala de Ritcher.

La sacudida alcanzó a todas las provincias de Irak, mientras que en la capital, Bagdad, pudo sentirse durante unos 20 segundos.

Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia, Siria y la ONU enviaron sus condolencias y tanto Berlín como Naciones Unidas ofrecieron ayuda en caso de necesidad.

Los temblores son frecuentes en Irán. En 2003 en Bam, provincia de Kerman (sureste de Irán) un sismo mató al menos a 31.000 personas y la ciudad quedó casi totalmente destruida. 

En abril de 2013, se produjeron dos sismos en Irán, con unos días de diferencia, de magnitud 6,6 y 7,7, el más fuerte en ese país desde 1957.

Dejaron una cuarentena de muertos en Irán y otros tantos en el vecino Pakistán. 

En junio de 1990, un sismo de magnitud 7,4 en Irán, cerca del mar Caspio (norte), causó 40.000 muertos y más de 300.000 heridos, y dejó sin hogar a medio millón de personas. En unos segundos, una superficie de 2.100 km2, donde había 27 ciudades y 1.871 pueblos repartidos por las provincias de Ghilan y Zandjan, quedó devastada.