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La búsqueda del submarino argentino perdido en el Atlántico Sur desde hace seis días entró en una fase crítica en caso de necesitar reponer el oxígeno para la supervivencia de sus 44 tripulantes, según el último parte oficial del martes.

'La preocupación va in crescendo. Vamos entrando de a poco a un tiempo crítico. Hoy –ayer– se cumplía el sexto día de siete si hay un escenario de las peores condiciones: en inmersión y con imposibilidad de salir a superficie para hacer snorkel (entrada de aire) y no poder renovar el oxígeno', dijo a la prensa el vocero de la Armada, Enrique Balbi.

Sin salir a la superficie, el ARA San Juan puede soportar siete días con sus noches en inmersión, pero luego necesita reponer oxígeno saliendo a superficie. Pero aún no se ha logrado su detección. El ARA San Juan es uno de los tres sumergibles de la marina de guerra argentina.

'Si estuviesen en condición de supervivencia hay alternativas para economizar oxígeno: se manda a todo el mundo a dormir o generar oxígeno con unas candelas', dijo el vocero.

Balbi confirmó que el presidente argentino, Mauricio Macri, estuvo el martes en la sede de la Armada, reunido con los altos mandos militares. 'Pidió que usemos todos los medios disponibles' para hallar al sumergible, dijo el portavoz.

El submarino zarpó hace nueve días de Ushuaia, en el extremo sur del país, y era esperado el domingo en su apostadero de Mar del Plata, 400 km al sur de Buenos Aires.

Unos 4.000 efectivos de varios países –Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Brasil, Chile, Perú, Colombia y Uruguay– participan en la operación de búsqueda y rescate en aguas argentinas, según Balbi.

Lucecitas apagadas

Tras haberse ilusionado con indicios que resultaron negativos, la incertidumbre de los familiares de los tripulantes se transformó en angustia.

'Es una mezcla de sensaciones, dolor, impotencia, por momentos esperanza. La sensación es que nos van a decir hoy ‘Ya llegan', confesó María Morales, madre de Luis, uno de los tripulantes.

Siete llamadas satelitales, primero, y un ruido en el fondo del mar, después, habían generado esperanza de que se tratara del submarino. Las pistas fueron descartadas. 'Empieza a brillar una lucecita y luego se apaga', lamentó Morales.

'Tenemos esperanza de que los van a encontrar', dijo a la AFP Claudia de Ramos, madre de Fabiana Ramos, una suboficial maquinista del destructor argentino ARA Sarandi, que zarpó el martes hacia el área de búsqueda con equipos de detección.

El ARA San Juan había informado sobre una avería en las baterías, pero sin reportar emergencia. Fue en su última comunicación el miércoles pasado, cuando navegaba por el Golfo San Jorge, a 450 km de la costa argentina.

La zona de búsqueda abarca 482.507 km2, precisó el Ministerio de Defensa.

Rescatar a 'los muchachos'

'Creo que hoy lo más importante es rescatar a nuestros muchachos', escribió en su cuenta de Instagram el ídolo del fútbol Diego Maradona, al respaldar a los familiares.

Los trabajadores del astillero Tandanor, a cargo de la reparación del ARA San Juan entre 2007 y 2014, grabaron una misiva de aliento. Entre los tripulantes está Eliana Krawczyk, de 35 años, la primera mujer oficial submarinista de Sudamérica.

La Base Naval de Mar del Plata, ciudad portuaria y mayor balneario de Argentina, es el epicentro de la angustiosa espera de los familiares.

Cartas, banderas con mensajes y carteles cuelgan de la alambrada que rodea la base, con vista al mar, al que los familiares le ruegan que devuelva al submarino.

'Esto es terrible, es lo mismo que pasó con aquel submarino ruso (Kursk) o lo que pasó con los (33) chilenos en la mina (en 2010), es como un naufragio', declaró a la AFP Norberto Rodríguez, un marplatense que se acercó a solidarizarse.

El submarino nuclear ruso Kursk, en agosto de 2000, naufragó en el mar de Barents. Murieron los 118 miembros de su tripulación en el mayor accidente de submarino en 30 años.

Si el desenlace fuera trágico, para Argentina sería la peor pérdida militar desde la guerra de Malvinas en 1982, en la que murieron 649 soldados argentinos.