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El senador Al Franken anunció este jueves que renunciará tras haber sido acusado de conducta sexual inapropiada por varias mujeres, convirtiéndose en el segundo legislador demócrata en caer esta semana en medio del escándalo de acoso que sacude a Estados Unidos.

En un emocional discurso desde el Congreso, el humorista devenido en senador lanzó no obstante un último disparo contra el presidente Donald Trump.

'Digo, desde el fondo de mi corazón, que no he hecho nada como senador para deshonrar esta institución', dijo Franken, de 66 años, en su discurso. 'De todos modos, hoy (jueves) anuncio que en las próximas semanas renunciaré como miembro del Senado', declaró.

'Me voy ahora, cuando un hombre que se ha jactado de agredir sexualmente a mujeres ocupa el Salón Oval', añadió, refiriéndose a Trump.

Muchos legisladores y legisladoras estiman que el Congreso de Estados Unidos se encuentra en un momento de transición, en el que cada uno debe adoptar, sin la menor ambigüedad, una política de tolerancia cero con cualquier comportamiento inapropiado, y con mayor razón frente al acoso o las agresiones sexuales.

Por eso, el miércoles, en menos de 24 horas, 32 de los 48 senadores demócratas pidieron la dimisión de Franken, de 66 años. Un movimiento lanzado por un grupo de senadoras, luego de que se develara un nuevo testimonio contra él -el séptimo- en el que una mujer le señalaba de intentar abrazarla a la fuerza en 2006, antes de su elección al Senado.

'Vivimos un enorme cambio cultural', dijo a la AFP la senadora demócrata por California Dianne Feinstein, de 84 años. 'Esas cosas que pasaban hace años y por las que las mujeres tenían miedo de actuar, ya no dan miedo. Las mujeres hablarán', dijo a la AFP.

El Congreso es desde hace mucho una institución machista. Las mujeres son hoy apenas el 20% de los miembros del Legislativo. Pero hace 20 años eran solo 12% y hace treinta años, 5%.