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Un refugio natural con 30 tiburones martillo juveniles, una especie en peligro de extinción, fue descubierto en la reserva marina de las islas Galápagos, informó este viernes el Ministerio de Ambiente de Ecuador.

El descubrimiento se produjo cuando técnicos del Parque Nacional Galápagos (PNG) inspeccionaban dentro de la reserva marina del archipiélago un área donde otras especies se desarrollan e 'identificaron por primera vez un sitio de crianza de tiburones martillo (Sphyrna lewini)', señaló la cartera en un comunicado.

Las áreas de crianza o semilleros son lugares donde los tiburones adultos acuden para tener a sus crías, que a su vez permanecen en el lugar hasta desarrollarse.

Hasta ahora solo se había encontrado de manera aislada a 21 tiburones martillo juveniles. En tanto que del tiburón punta negra (Carcharhinus limbatus) se ha monitoreado a 1.378 ejemplares jóvenes como parte del programa de estudio de semilleros de escualos que inició en 2009.

El hallazgo 'es muy importante para Galápagos y la región, porque existen muy pocos sitios detectados como áreas de crianza de tiburones martillo en el Pacífico Este Tropical', dijo el guardaparque Eduardo Espinoza, citado en el comunicado.

Los tiburones martillo están amenazados por la explotación pesquera. En agosto pasado un barco de bandera china fue capturado en la reserva marina de Galápagos con 300 toneladas de pesca, que incluía ejemplares de esta especie.

El lento crecimiento y su baja capacidad reproductiva, también ponen en riesgo de extinción al tiburón martillo.

Ecuador creó en marzo de 2016 dentro de la reserva marina de la islas Galápagos un santuario de 38.000 km2 para proteger al tiburón martillo.

La reserva marina de Galápagos, donde está prohibida la pesca industrial, es la segunda más grande del mundo con 133.000 km2. En ella se han reportado más de 2.900 especies marinas existentes.

Las islas Galápagos, localizadas en el Pacífico a 1.000 km de la costa ecuatoriana, son parte de la reserva de la biósfera del planeta y uno de los ecosistemas más frágiles con flora y fauna únicas en el mundo.

El archipiélago, que toma el nombre de las gigantes tortugas que las habitan, sirvió de laboratorio al naturalista inglés Charles Darwin para desarrollar la teoría sobre la evolución de las especies.