Una superviviente de Hiroshima que recibirá el Nobel de la Paz en nombre de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) acusó el sábado a las potencias nucleares occidentales de 'sabotear' los esfuerzos de desarme.
Aunque varios supervivientes de los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki, donde murieron unas 220.000 personas hace 72 años, estarán presentes en la ceremonia de entrega del premio el domingo en Oslo, los embajadores de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña no participarán en el acto.
Contrariamente a lo que estipula la tradición, las tres potencias nucleares occidentales estarán representadas por diplomáticos de segundo rango, en un gesto de desaire hacia el tratado de prohibición del arma atómica adoptado por iniciativa de la ICAN.
Satsuko Thurlow, que tenía 13 años cuando la bomba A explotó en Hiroshima el 6 de agosto de 1945, aseguró no estar 'demasiado sorprendida'.
'Han intentado muchas formas de sabotear, de desacreditar lo que nosotros intentamos hacer', declaró en una rueda de prensa en Oslo esta mujer de 85 años que vive actualmente en Canadá.
'Lamento que esto se produzca... Pero quizás esto demuestra que les molesta realmente el éxito que hemos cosechado hasta ahora', añadió.
La ICAN, coalición que reagrupa cientos de oenegés en el mundo, ha impulsado un tratado histórico para prohibir el arma atómica, adoptado en julio por 122 países, aunque entre los firmantes no figuran las nueve potencias nucleares.
Thurlow también criticó a Japón, bajo la protección del sistema nuclear estadounidense, por no haber firmado el tratado.
'Japón tiene una responsabilidad moral', estima. 'Somos los únicos que hemos conocido de verdad el horror' de la explosión nuclear.
Entre los países que poseen la bomba, solo el embajador de Israel, potencia nuclear no oficial, asistirá a la ceremonia el domingo, según el Instituto Nobel.