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Médicos de Bolivia comenzaron este lunes una huelga de hambre, además de renunciar a cargos jerárquicos en hospitales públicos, en contra de una flamante ley del presidente Evo Morales que penaliza la mala praxis.

Grupos de ayunadores se instalaron en nosocomios públicos y universidades estatales de medicina en las ciudades de La Paz y su vecina El Alto, Sucre (sureste) y Santa Cruz (este), al ingresar hacia la cuarta semana de huelga de labores, sin horizonte de solución.

'A nivel del departamento de La Paz, hemos determinado hacer una renuncia a los cargos intermedios, directores de hospitales, jefes de servicios, gerentes de red y toda la gente que tiene un cargo jerárquico está presentando su renuncia', dijo el dirigente médico Orlando Moreira.

Los servicios de emergencia aún funcionan.

Mientras, el gobierno ha señalado que hasta el jueves pasado fallecieron cuatro personas por falta de atención médica y se han postergado más de 8.000 operaciones y más de 600.000 consultas.

Luciano Valenzuela, otro dirigente médico, aseguró que 'en la facultad de medicina (de la estatal Universidad) Gabriel René Moreno (de Santa Cruz) están en huelga, es el inicio de más medidas' y mencionó que también repetirán los cortes de rutas.

Colegios profesionales de médicos rechazan el flamante Código Penal, que en uno de sus artículos sanciona la mala praxis con privación de libertad (de dos a seis años), inhabilitación de ejercer la actividad laboral y reparación económica. Consideran que la norma criminaliza su labor.

Entre tanto, la ministra de Salud, Ariana Campero, anunció que los médicos en huelga serán destituidos de sus cargos tras inspeccionar si están en sus fuentes de trabajo, mientras el presidente Morales rechazó cualquier diálogo bajo 'chantajes, amenazas y condicionamientos'.

Los servicios de emergencia de los hospitales públicos funcionaban bajo fuerte demanda de pacientes que claman por una solución rápida, pues consultas, tratamientos y operaciones han sufrido postergaciones en todo el país.