Al menos 15 personas resultaron heridas este viernes en Honduras cuando miles de manifestantes contra la reelección del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fueron reprimidos por la Policía con gases lacrimógenos, al acercarse la toma de posesión del 27 de enero.
La Policía utilizó tanquetas anti-motines que dispararon chorros de agua contra unos 10.000 simpatizantes de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura cuando se concentraban frente a la casa presidencial, en Tegucigalpa.
La marcha fue encabezada por el expresidente Manuel Zelaya, derrocado en el golpe de estado de 2009 y coordinador de la Alianza, pero tuvo que retirarse de la nube de gas lacrimógeno al ser empujado por un militar.
'Y va a caer, la dictadura va a caer', coreaban los manifestantes mientras huían en medio de la densa nube de gases. 'Nos tienen miedo porque no tenemos miedo', entonaban desde un vehículo con un alto parlante los organizadores de la marcha.
Algunos de los manifestantes contraatacaron lanzado piedras contra los cordones de policías y militares que se protegían con escudos.
Grupos de manifestantes encapuchados quebraron los ventanales de vidrio de un lujo hotel cercano y prendieron fuego unos muebles.
Heridos y detenidos
Un activista de derechos humanos, José Jiménez, dijo al canal HCH que al menos diez personas resultaron heridas, incluyendo algunas que solo pasaban por el lugar del incidente, y fueron detenidos, por lo que gestionaba su traslado a un hospital.
Añadió que al menos cinco militares y policías resultaron también con 'golpes significativos' en la reyerta.
Dos periodistas del opositor canal UneTV denunciaron que fueron golpeados por las fuerzas del orden, que además les quebraron una cámara.
Los manifestantes marcharon desde la Universidad Pedagógica hacia la presidencia gritando consigas como 'Fuera JOH (Juan Orlando Hernández)' y 'Es pa'fuera que vas'.
Hernández, un abogado de 49 años, fue declarado ganador de los comicios de noviembre pasado como candidato a la reelección del derechista Partido Nacional, sobre el postulante de la Alianza, el popular presentador de televisión Salvador Nasralla (64 años).
Nasralla también acudió a la manifestación, pero también tuvo que retirarse con un pañuelo en la boca protegiéndose de los gases junto a un grupo de simpatizantes.
El Tribunal Supremo Electoral declaró a Hernández vencedor tres semanas después de la votación del 26 de noviembre, en medio de denuncias opositoras de fraude.
El TSE tardó -por interrupciones en el sistema de cómputo y problemas en las actas- para declarar como ganador por menos de dos puntos de diferencia a Hernández, después de un primer conteo con ventaja de 5% con el 57% de los sufragios al candidato opositor.
Paro general
La dirigencia de la Alianza denunció 'fraude' y llamó a sus parciales a defender el triunfo en las calles.
Los bloqueos con barricadas de piedras y hogueras de llantas y palos se extendieron por todo el país con ataque violentos de policías y militares que dejaron saldo de al menos 33 personas muertas, incluyendo tres agentes del orden, según organismos de derechos humanos y los militares.
Hernández prepara la toma de posesión el 27 de enero, pero se mantiene la incertidumbre del lugar donde se realizará.
Tradicionalmente, las ceremonias se han llevado a cabo en Estadio Nacional con asistencias de dignatarios y delegaciones de otros países.
Durante un encuentro que sostuvo el miércoles en un gimnasio de baloncesto al este de la capital, miles de simpatizantes pidieron al presidente que la haga en el estadio.
La alianza que amenazó con boicotear la toma de posesión convocó a recrudecer las protestas entre el 20 y 27 de enero con un 'paro general'.
La oposición argumentó en un comunicado que la Constitución reconoce el derecho 'a la insurrección' del pueblo ante 'un presidente surgido del crimen del fraude electoral'.
El paro consiste en bloqueos de las vías en todo el país y dejar de comprar a productos y servicios en decenas de negocios que, según los opositores, apoyan a Hernández.