Una fuga masiva se produjo en la madrugada de este viernes en un calabozo policial en la turística isla de Margarita, al norte de Venezuela, cuando 58 presos escaparon por un boquete que abrieron en un muro, informó una autoridad militar.
Cuatro de los reos evadidos en el centro de detención de Los Cocos han sido recapturados, dijo al diario local El Sol de Margarita el vicealmirante Jonny Vera, jefe militar de la región.
Los reos huyeron a través de un agujero de aproximadamente 60x40 centímetros que abrieron en una pared, precisó un comunicado de la ONG Una Ventana a la Libertad.
Los calabozos en los cuales se produjo el escape dependen de la policía de Nueva Esparta, estado al cual pertenece Margarita.
El hacinamiento en las cárceles de Venezuela obliga a los cuerpos de seguridad a utilizar centros policiales, donde los detenidos no deberían pasar más de 48 horas por ley, como lugares de reclusión permanente.
La ONG, que estima que la sobrepoblación en esas dependencias alcanza 400%, denunció que 65 personas (62 reclusos, un familiar y un policía) murieron en 2017 en choques por el control de los calabozos y por padecimientos asociados a la desnutrición y la tuberculosis.
En 2011 el gobierno puso en marcha un plan para adecuar los penales a estándares internacionales y terminar con la violencia entre grupos enemigos, pero los enfrentamientos siguen siendo habituales.
La delincuencia es uno de los azotes de los venezolanos, en medio de una grave crisis económica.
De acuerdo con la ONG Observatorio Venezolano de Violencia, en 2017 se registraron en el país unas 26.000 muertes violentas, una tasa de 89 por cada 100.000 habitantes, 14 veces mayor que la media mundial.