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Durante el día Betty es maquilladora y durante la noche travesti. Sobre todo, Betty es una de las cuatro primeras drag queens vietnamitas que se animan a romper los códigos conservadores de Hanói, más conocida por sus encantos coloniales que por sus fiestas nocturnas.

'Si osamos ser pioneras, pronto este arte será aceptado en Vietnam', explicaba Betty, 22 años, que luce un vestido verde muy ajustado y tacones plateados, al final de una exhibición en un bar de la capital vietnamita.

Ella y sus tres camaradas se reúnen todos los sábados. Al principio se trataba de mirar la serie televisiva estadounidense 'RuPaul's Drag Race' (RuPaul: Carrera de Drags en Latinoamérica, RuPaul: Reinas del drag en España). Pero luego la reunión se transformó en una velada donde comenzaron a hacer perfomances.

Es un 'velada única' en Hanói, explica Tamah Lake, una profesora que no es drag queen, organizadora del evento semanal.

'Ahora son más visibles. Se convierte en algo más corriente y más conocido', explica Lake.

Por el momento, pueden exhibirse sólo en pocas salas.

'En Vietnam hay drag queens que son activas desde hace tiempo, pero no tienen reconocimiento. Este espectáculo permite que más genta conozca nuestro arte', se congratula Betty.

Vietnam, gobernado por el Partido Comunista, es considerado un país relativamente avanzado en los temas de LGBT.

Los matrimonios homosexuales son autorizados desde 2015 y el gobierno está impulsando una ley que permitirá a los transexuales elegir la mención de su agrado en la casilla sexo de los documentos de identidad.

La homosexualidad ha sido vista durante mucho tiempo como un 'flagelo social' pero la tolerancia terminó abriéndose paso en este país donde predominan los valores conservadores del confucianismo.

'Los espectáculos de drag queens ayudan a la gente a familiarizarse con las diferencias', declaró Vuong Kha Phong, responsable del programa de derechos LGBT de la ONG vietnamita iSEE.

El travestismo ya existía en Vietnam en el siglo XVI, cuando el ritual de 'Hau Dong' exigía que el médium se vistiera con la ropa del sexo opuesto.

Za Za Zellia, una drag queen debutante, espera una evolución de las mentalidades.

'Sirve para mostrarle a la gente que todo está bien, que es algo normal', dice Za Za Zellia, vestida con un escueto vestido carmesí y de cuya peluca sale un penacho blanco.