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¿Quién mató a Marielle Franco?, es la pregunta que gritaron millares de manifestantes en Río de Janeiro y que siguen haciéndose millones en Brasil. Pero dos semanas después del brutal asesinato de la concejala y activista negra, las autoridades no han dado ni una pista.

El mutismo oficial en torno a este crimen que conmocionó al mundo empieza a preocupar ante los altos niveles de impunidad del país sudamericano.

Hasta el momento, no hay detenidos ni autores públicamente identificados. Las investigaciones, a cargo de la Policía Civil de Río, transcurren bajo estricto secreto de sumario.

'Sabemos que este no es un crimen fácil y que las autoridades no pueden divulgar ciertos detalles para no poner en riesgo la investigación, pero estamos muy preocupados de que entremos ya en la segunda semana y no haya ninguna respuesta', advierte Ignacio Cano, experto en violencia de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ).

Al recordar que un 92% de los homicidios en Río quedan impunes, Cano cree que 'cuanto más tiempo se demore, menor es la probabilidad de que se resuelva' el crimen.

Lo que se sabe hasta ahora es prácticamente lo mismo que hace 15 días: que Marielle Franco murió de cuatro tiros en la cabeza la noche del 14 de marzo en pleno centro de Río, cuando regresaba a casa en carro después de participar en un evento de mujeres negras.