Estados Unidos criticó el jueves el 'proceso de transición antidemocrático' en Cuba y llamó al nuevo presidente Miguel Díaz-Canel a mejorar la vida del pueblo cubano poniendo fin a la 'represión'.
Díaz-Canel, primer vicepresidente de Cuba y alto mando del Partido Comunista, fue designado por la Asamblea Nacional tras ser candidato único para suceder a Raúl Castro, quien lideró junto a su hermano Fidel la revolución socialista desde 1959.
'Los ciudadanos cubanos no tenían poder real para afectar el resultado de este proceso de transición no democrático', indicó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
'Estamos decepcionados de que el gobierno cubano haya optado por silenciar las voces independientes y mantener su monopolio represivo del poder, en lugar de permitirle a su pueblo una opción significativa a través de elecciones libres, justas y competitivas', añadió.
Nauert dijo que Díaz-Canel 'debe tomar medidas concretas para mejorar la vida del pueblo cubano, respetar los derechos humanos y cesar la represión y permitir mayores libertades políticas y económicas'.
'Instamos al nuevo presidente a escuchar y responder a las demandas de los ciudadanos cubanos de una Cuba más próspera, libre y democrática', subrayó.
Después de medio siglo de relaciones rotas, Cuba y Estados Unidos sorprendieron al mundo al anunciar en diciembre de 2014 el inicio de un acercamiento, que permitió en 2015 la reapertura de las respectivas embajadas.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, en enero de 2017, estancó sin embargo este proceso.
El jueves, Cuba marcó el final de una era con la elección de Díaz-Canel, que se convirtió en el primer líder de la isla caribeña en seis décadas que no se llama Castro.
Raúl había asumido el mando en 2006 luego del retiro por enfermedad de su hermano Fidel, padre de la revolución socialista y fallecido en 2016.
Fidel y Raúl gobernaron Cuba por 60 años, convirtiendo al país en uno de los protagonistas de la Guerra Fría, y lograron mantener a flote su comunismo caribeño pese al colapso de su aliado soviético, que provocó una severa crisis económica en los años 1990.