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El gobierno de Daniel Ortega liberó el martes a decenas de jóvenes detenidos y levantó el bloqueo a un canal censurado en un intento de contener la peor crisis en sus más de once años de mandato que dejó 30 muertos en menos de una semana.

El gobierno estadounidense endureció su tono y condenó el uso de 'la represión' en las manifestaciones y la censura a los medios. 

'La administración (de Donald Trump) se une a la comunidad internacional en llamados a un diálogo amplio y apoyo para el pueblo de Nicaragua', agregó el mensaje de la Casa Blanca.

El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en Ginebra, instó 'a las autoridades nicaragüenses a asegurar que haya investigaciones prontas, profundas, independientes y transparentes de estas muertes', muchas de la cuales pudieron haber sido 'ilegales'.

Las autoridades liberaron a decenas de manifestantes que habían sido detenidos desde que estallaron las violentas protestas contra la reforma al sistema de pensiones el miércoles pasado, según informaron fuentes de derechos humanos. 

El presidente revocó el domingo el decreto, pero la mecha ya se había encendido y las protestas ya están dirigidas contra el gobierno de Ortega, a quien responsabilizan de querer perpetuarse en el poder, con el control del Congreso, la Justicia y el tribunal electoral.