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Estados Unidos insistió ayer en que un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos es posible, pese a la ira que causó en el mundo árabe el anuncio del traslado de la embajada de Washington a Jerusalén. En víspera de la apertura de la legación diplomática en la Ciudad Santa, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo ser optimista del éxito de los esfuerzos para poner fin al viejo conflicto.

Por su lado, el traslado de la embajada fue calificado de 'histórico' por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien alienta a otros países a hacer lo mismo.

'La atrevida decisión del presidente Trump ha empujado a otros países, ahora ya son unos cuantos que también tienen previsto desplazar su embajada a Jerusalén', dijo Netanyahu al secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo cuando visitó Tel Aviv el mes pasado.

La decisión del presidente Donald Trump de mudar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén rompió con un viejo consenso internacional de que el estatus de Jerusalén sería determinado por un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos.

Se espera que miles de palestinos protesten el lunes en la frontera entre Gaza e Israel contra la instalación de la embajada de Washington en Jerusalén.

El liderazgo de la Autoridad Palestina se ha negado a hablar con los representantes de Trump desde el anuncio del traslado de la legación, ni siquiera con su yerno Jared Kushner, a quien designó para impulsar el proceso de paz.

Consultado durante una entrevista ayer con Fox sobre si le quedaba vida al proceso de paz, Pompeo respondió: 'Ciertamente, el proceso de paz no está muerto'.

'Estamos trabajando duro' y 'esperamos encontrar un salida favorable', agregó Pompeo, cuyas primeras dos semanas al frente del Departamento de Estado han estado enfocadas en acordar la cumbre entre Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un.

Protestas

Además de las protestas de los palestinos, también se esperan hoy manifestaciones en otras capitales del mundo árabe cuyos gobiernos han afirmado que el estatus de Jerusalén debe formar parte de un acuerdo final de paz.

Pompeo dijo ser consciente de que podría haber problemas de seguridad para las embajadas de Washington y los ciudadanos estadounidenses en la región en los próximos días, por lo que se han 'tomado una serie de medidas'que 'reducen ese riesgo', señaló Pompeo.

Por su lado Bolton consideró que el traslado de la delegación a una ciudad cuya zona este los palestinos reclaman como capital de un futuro estado, no socava el proceso de paz.

'Creo que lo hace más fácil. Es un reconocimiento de la realidad', argumentó en una entrevista en la cadena ABC.

'Si uno no está preparado para reconocer que Jerusalén es la capital de Israel y que allí es donde debe estar la embajada estadounidense, entonces se está en una longitud de onda completamente diferente', dijo.

'Reconocer la realidad siempre mejora las probabilidades de alcanzar la paz', insistió.

El embajador estadounidense en Israel, David Friedman, quien ha apoyado el establecimiento de asentamientos judíos en Cisjordania, también señaló que aún hay esperanzas de paz en la región.