La inauguración de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén no fue la causa de las manifestaciones de palestinos reprimidas sangrientamente por Israel, sino un 'pretexto' usado por Hamas para 'estimular la violencia', afirmó este martes el Departamento de Estado.
Interrogada con insistencia por los periodistas en Washington, la portavoz de la diplomacia estadounidense, Heather Nauert, se negó a pedir a Israel, o incluso a todas las partes, moderación, como lo han hecho numerosos otros países occidentales. 'Es una región compleja', justificó.
'Hemos visto las manifestaciones a lo largo de las últimas seis semanas (...). No es algo nuevo', dijo Nauert sobre el asunto de un eventual vínculo entre los hechos violentos y la nueva embajada estadounidense en Jerusalén, reconocida unilateralmente como la capital de Israel por Estados Unidos en diciembre.
'Si Hamas quiere usar eso como un pretexto para instigar a la gente y estimular la violencia, es su elección. Es una elección irresponsable', añadió.
Nauert reiteró que Estados Unidos 'deplora las pérdidas de vidas humanas, de todas las vidas humanas', pero atribuyendo las muertes del lunes al movimiento islamista palestino Hamas y subrayando el derecho del Estado hebreo a 'defenderse'.
Israel recibió este martes una ola de condenas y llamados a una investigación independiente después del baño de sangre del lunes en la Franja de Gaza, donde murieron casi 60 palestinos por disparos israelíes.
La violencia se encendió durante una manifestación en la frontera con Israel, mientras el mismo día se inauguraba la embajada de Estados Unidos, transferida desde Tel Aviv a Jerusalén por impulso del presidente estadounidense Donald Trump.