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La salida a la crisis en Nicaragua, sacudida desde hace un mes por protestas antigubernamentales que dejan al menos 76 muertos, 'debe ser electoral', dijo el miércoles el secretario general de la OEA, Luis Almagro.

'Cualquiera que piense que Nicaragua tiene una solución diferente a la electoral se equivoca gravemente. Cuando la sociedad esta polarizada, la decisión debe volver en forma urgente al soberano: el pueblo', afirmó, en un mensaje difundido en texto y video por la Organización de Estados Americanos (OEA).

Almagro dijo que el objetivo de la OEA es 'un proceso electoral justo, claro, transparente', 'sin exclusiones, sin inhabilitaciones', y que lo estaba negociando cuando estallaron las protestas el 18 de abril.

'Nos encontrábamos abocados a ello, en un proceso negociador que tenía por objetivo alcanzar este resultado, hacer realidad las recomendaciones que en su momento realizara la Misión de Observación de la OEA (MOE) para sanear el proceso electoral nicaragüense', dijo.

Esa MOE sugirió en noviembre pasado a Managua realizar una reforma electoral integral para asegurar 'mayor confianza y seguridad a las fuerzas políticas y a la ciudadanía'.

En su declaración Almagroa dhirió 'párrafo por párrafo' a las denuncias de abusos realizadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al cabo de su primera visita a ese país desde 1992.

El secretario general de la OEA también rechazó las 'mentiras' en torno a su posición sobre la situación en Nicaragua.

'Se ha mentido procurando ocultar nuestra condena a asesinatos de manifestantes, se ha mentido respecto a nuestras gestiones para la visita de la CIDH, se ha mentido respecto a nuestra posición sobre el informe de la CIDH, se ha mentido sobre nuestra posición respecto a elecciones adelantadas en Nicaragua, se ha mentido sobre la existencia de acuerdos secretos con el Gobierno', dijo.

Este miércoles en Nicaragua, la oposición reclamó un adelanto de las elecciones generales 'a la mayor brevedad posible', algo que el gobierno de Daniel Ortega consideró una ruta a 'un golpe de Estado'

Estudiantes, empresarios y miembros de la sociedad civil habían demandado el lunes la renuncia inmediata de Ortega, un exguerrillero sandinista que gobernó por primera vez entre 1979 y 1990 antes de regresar al poder hace 11 años, y de su esposa y vicepresidente Rosario Murillo.

Ambos fueron elegidos en noviembre de 2016 para un período de cinco años que culmina en enero del 2022.