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Al menos 62 personas murieron en Guatemala a causa de la potente erupción del volcán de Fuego, que arrasó varios poblados cercanos con una avalancha de lodo y ceniza ardiente, informaron este lunes las autoridades.

El director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), Fanuel García, dijo a periodistas que ese organismo colabora en la identificación de las 62 víctimas que han recibido tras la erupción registrada el domingo.

Horas antes de esa nueva cifra, el vocero de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), David de León, había reportado 33 víctimas fatales.

García adelantó que la cifra podría continuar aumentando porque no incluye a las personas que fallecieron tras ser trasladadas a hospitales para ser atendidas.

Según el informe de Conred, la fuerte erupción también dejó 46 heridos, 3.265 evacuados y 1.687 albergados en los departamentos de Escuintla (sur) y Sacatepéquez (oeste), que junto al de Chimaltenango (oeste) los tres más afectados por la erupción del coloso el domingo.

Ese día, el volcán registró una devastadora erupción al expulsar columnas de ceniza y rocas, que también provocó el cierre temporal de las operaciones en el único aeropuerto internacional de Ciudad de Guatemala pero este lunes fue habilitado después de casi 24 recibir vuelos.

El presidente Jimmy Morales decretó tres días de duelo y estado de calamidad en los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, y visitó este lunes la zona devastada y albergues.

- Desolación en zona devastada -

Los rescatistas se movilizan entre la desolación por las casas destruidas y plantaciones completamente calcinadas por la furia del volcán, de 3.763 metros de altura, situado a 35 km al suroeste de la capital.

En el corazón de la tragedia, las escenas son catastróficas. Un periodista de la AFP observó al menos tres cuerpos calcinados entre los escombros del caserío San Miguel Los Lotes, vecino de la golpeada aldea El Rodeo, donde socorristas, soldados y policías buscaban sobrevivientes.

Gallinas, patos y perros muertos también yacían entre el lodo y ceniza, mucha aún humeante, mientras que otros animales domésticos eran rescatados por vecinos.

'No me quería ir, sino regresar y no pude hacer nada para salvar a mi familia', dice a la AFP entre lágrimas Eufemia García, de 48 años, quien busca a tres hijos, su mamá, sobrinos y hermanos.

García, vecina de Los Lotes, comentó que se salvó porque su esposo la sacó del lugar.

'El volcán ha hecho erupción, pero nunca de ésta manera', comenta a la AFP Gustavo Larios, un albañil de 27 años que junto a varios vecinos y con pañuelo en el rostro recorre las calles del caserío en busca de familiares y amigos desaparecidos.

En imágenes difundidas en la televisión y en redes sociales, se ven enormes columnas de ceniza y en el suelo algunos cadáveres semicubiertos del material expulsado por el volcán, y viviendas y vehículos destruidos.