Miles de personas se tomaron las calles de varias ciudades de Europa para defender los derechos de la comunidad LGBT este sábado, con manifestaciones que alzaron la simbólica bandera multicolor y condenaron la discriminación en todas sus formas.
Los desfiles pacíficos tuvieron lugar las capitales de Italia, Grecia, Letonia, Croacia, Bulgaria, Rumania y Polonia.
En Bucarest, unas 3.000 personas marcharon por el centro de la ciudad y muchos celebraron un fallo emitido por el máximo tribunal de la Unión Europea (UE) a principios de esta semana, a favor del derecho del homosexual rumano, Relu Coman, de tener a su esposo estadounidense, Robert 'Clai' Hamilton, viviendo con él en Rumania.
'Clai y yo somos dos personas que no aceptamos la discriminación. Si entre nosotros más personas hicieran lo mismo, el mundo sería mejor', dijo Coman a la AFP en la marcha.
Rumania no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo y argumentó que Hamilton no tenía derecho a gozar de los permisos de residencia de la UE que se otorgan a los cónyuges.
'Aunque los Estados miembros tienen libertad para autorizar o no el matrimonio homosexual, no pueden obstaculizar la libertad de residencia de un ciudadano de la Unión denegando a su cónyuge del mismo sexo' el derecho de residencia, indicó esta semana el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).
En Varsovia, decenas de miles de personas participaron en el 'Desfile de la Igualdad' para protestar contra la discriminación y exclusión de las minorías sexuales, pero también de las minorías étnicas o de las personas minusválidas.
Los organizadores dijeron que hubo 45.000 personas en el desfile mientras que la alcaldía calculó 23.000.
Amor sin límites
'Vengo de un ciudad pequeña, participé por primera vez en un desfile por la igualdad hace 10 años a escondidas de mis padres', declaró a la AFP Dominika Wroblewska, que marchó junto a su compañera.
'Es muy emotivo para mí, mucho más desde que salí del clóset hace un año. La marcha es la cosa más importante que podemos hacer por nosotros mismos, estar orgullosos una vez al año', agregó.
Su compañera, Alicja Nauman, explicó que asistió al desfile porque quiere 'vivir en un lugar donde cada (forma de) amor sea aceptado, porque el amor no conoce fronteras ni exclusiones', añadió.
'La situación en Polonia es mala porque las personas del mismo sexo no pueden casarse ni adoptar niños', dijo Nauman.
También miles de participantes se hicieron sentir en la edición décimo cuarta del desfile del Orgullo Gay en Atenas.
Los eventos de Atenas fueron precedidos por mensajes rechazo por parte de las instituciones y especialmente criticados por los grupos de extrema derecha, pero la edición de este año contó con la presencia de una delegación del partido liberal conservador Nueva Democracia.
Para no quedarse atrás, la fachada del parlamento, con vistas a la plaza del Syntagma en el corazón de las festividades en Atenas, se iluminó simbólicamente con todos los colores del arcoíris en una iniciativa gubernamental.
Desde que el gobierno de izquierda asumió el poder en 2015, Grecia extendió las uniones civiles a parejas del mismo sexo, autorizó cambios sexuales a partir de los 15 años y legisló para que las parejas del mismo sexo puedan adoptar niños, aunque el partido Nueva Democracia votó en contra de las reformas a las que también se opone la poderosa Iglesia Ortodoxa.
En Riga, unas 8.000 personas participaron en el Baltic Pride, según indicaron los organizadores.
'Letonia está en el último lugar en la UE en lo que respecta a los derechos para las personas LGBT', declaró a la AFP Kaspars Zalitis, uno de los organizadores de este desfile.
'No hay protección contra los crímenes de odio, no hay respeto hacia las personas trans, es por eso que pensamos que hay una gran urgencia' para cambiar ésto, indicó.
'No se trata únicamente de los derechos de las personas LGBT, sino también de los derechos de las mujeres y de otros grupos', destacó el activista.
Antes de que empezara Baltic Pride, unas 30 personas protestaron contra 'la promoción de la homosexualidad y otras aberraciones mentales' atendiendo al llamado de la organización 'Stop la immigración'.
En Roma, decenas de personas marcharon el sábado, pocos días después de que el nuevo ministro de Familia en Italia, del partido de extrema derecha la Liga, provocó una polémica al afirmar que las familias homosexuales no existen legalmente.
'Es muy importante que estemos aquí, porque tenemos que responder y mostrar que no es cierto que no existamos', dijo Andrea, de 27 años.