El expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, extraditado este lunes desde Estados Unidos, manifestó que 'todos' sus derechos han sido violados y pidió ser enviado a un hospital, durante una audiencia donde el exmandatario tuvo varios roces dialécticos con el juez.
'Todos mis derechos me los han violado aquí', dijo Martinelli en la audiencia preliminar celebrada en la Corte Suprema de Justicia de Panamá, que lo acusa de haber espiado a unas 150 personas durante su gobierno (2009-2014).
Durante la audiencia judicial, cuyo fin era leerle los derechos a Martinelli, el exgobernante se mostró afligido, con gestos ostensibles de frustración, desesperación y cansancio.
'Yo tengo serios problemas de afecciones cardíacas. Sufro de taquicardia y hay cuatro médicos que han certificado que yo no puedo estar en el centro (penitenciario) El Renacer y debo ser conducido a un hospital', señaló Martinelli.
Tras ser sometido a exámenes médicos fue recluido en la prisión de El Renacer.
En momentos previos a la audiencia, a Martinelli se le vio activo, conversando con sus abogados, saludando con la mano desde su silla al público en la sala y sonriente, aunque con el paso de los minutos comenzó a tocarse el cabello y taparse la cara con las manos.
'Tengo problemas serios, probablemente tenga cáncer en la próstata y yo me siento muy ofendido de la forma en que he sido tratado', afirmó Martinelli, de 66 años de edad.
'Yo vengo de un proceso de extradición del cual me levantaron a las dos de la mañana, me han conducido aquí a Panamá, supuestamente íbamos a caer en un aeropuerto y caímos en otro, pedí a mis abogados y no me fueron concedidos', se lamentó.
Cuando la audiencia llevaba casi hora y media de duración fue suspendida temporalmente porque Martinelli solicitó ir al baño.
A su regreso afirmó sentirse mal y sus abogados solicitaron al juez, Jerónimo Mejía, que su defendido fuera enviado a un hospital por un posible problema cardíaco, petición que fue denegada.
Sin embargo, Mejía ordenó que Martinelli fuera atendido en las próximas horas por la medicatura forense (dependiente de la fiscalía) y, de ser necesario, fuera enviado desde la cárcel a un hospital.
Martinelli es investigado por espionaje y varios escándalos de corrupción por la Corte Suprema de Panamá por su condición de diputado del Parlamento Centroamericano.
Durante la audiencia hubo momentos de tensión cuando Martinelli espetó al juez: 'Déjeme hablar por favor', mientras que el magistrado pidió al expresidente que lo mirara cuando hablaba.
'Señor Martinelli, le estoy hablando', dijo Mejía, quien en varias ocasiones amenazó con desalojar la sala tras risas e interrupciones del público presente.
'He estado confinado en peores condiciones de las que estaba en Estados Unidos (...) responsabilizo a todos los aquí presentes si a mí me pasa algo', advirtió Martinelli.